Este trabajo referido al papel que ocupan los viajes y el turismo en el concierto económico mundial fue elaborado por un conjunto de expertos de los 136 países evaluados, que pertenecen al ámbito académico y comercial. La evaluación fue realizada durante 2016 en base a la última información disponible de cada país, normalmente del 2015, y con directivas muy específicas en cuanto a la consideración de los 90 aspectos considerados a efectos de obtener resultados comparables. Las cifras globales corresponden al 2016 y son tomadas de la OMT.

Hecha esta introducción, en esta oportunidad pasaremos a comparar algunas de las cifras correspondientes a Uruguay contenidas en este informe con las suministradas oficialmente. E intentaremos explicar las diferencias encontradas.

U$S 1.776,2 millones son los ingresos correspondientes a viajes y turismo del reporte del WEF, lo que no difiere del  Anuario 2016 del Mintur. El tema es cómo se distribuyó esa cifra realmente, más allá de la información oficial basada en encuestas. Calculamos que sería fácil para el gobierno dar las cifras de gasto efectuadas en el país por las tarjetas (crédito y débito) de extranjeros. Por eso de la inclusión financiera...

Pero en el total de visitantes recibidos hay una diferencia sustancial, 2:773.105 según el WEF y 3:286.110 según el Mintur. La diferencia es que éste último incluye en la cifra del anuario a los cruceristas y a los pasajeros en tránsito (aquellos que están menos de 24 horas en territorio nacional). ¿Por qué inflar los números, no es más creíble la realidad?Eso si, somos los más rápidos de los 136 países en dar las cifras oficiales de los ingresos turísticos...

La sorpresa puede resultar para muchos cuando se ven los datos del número de puestos de trabajo ligados a los viajes y el turismo: 45.365 (2,8% del total) para el WEF y 110.756 (6,7% del total) para el Mintur. Decimos para muchos pues hace un año indicábamos que según lo informado por el BPS, en agosto del 2015 el total de personas registradas en actividades vinculadas al turismo (hoteles, alojamiento, restaurantes y alimentación) eran 35.654. ¿Serán capaces de aclarar cómo llegaron a esa cifra? Ni siquiera se llegaría si se pusieran todos los puestos de trabajo del transporte de pasajeros interdepartamental e internacional, y se debe recordar que ya hemos demostrado que el grueso del movimiento por esta vía son pasajeros que deben trasladarse dentro y fuera de fronteras por diversos motivos, uno de los cuales (ni único ni principal) es el turismo.

Con respecto a otros aspectos, el reporte señala la necesidad de América Central y Sudamérica de hacer un esfuerzo por aumentar la seguridad, así como crear ambientes propicios que faciliten el desarrollo de negocios e infraestructuras que potencien la conectividad. De estos tres aspectos nos detendremos en principio en la seguridad, pues el desarrollo de negocios e infraestructuras son temas más complejos que requieren del adecuado espacio de tratamiento.

Ya señalábamos en nota anterior que "Con relación al tema "Seguridad y tranquilidad" (puesto 63), el determinante de la posición es el "Costo empresarial del crimen y la violencia" (106), que contrarresta ampliamente al "Costo del terrorismo" (2) e "Índice de incidencia del terrorismo" (1)." Cuando escuchamos las comparaciones con la región en relación al tema seguridad, a todos se nos esboza una sonrisa pues nos da la sensación que se nos miente. El informe nos ha dado otra perspectiva, pues nos encontramos que lo malo es mejor que lo horrible.

Con respecto a "Seguridad y tranquilidad", de los 23 países americanos considerados en el informe sólo 6 están en la primera mitad de la tabla (puesto 68 o menor): Barbados, Canadá, Chile, Costa Rica, Nicaragua y Uruguay.

Pero cuando consideramos específicamente al "Costo empresarial del crimen y la violencia", sólo Canadá y Nicaragua se mantienen en la primera mitad de la tabla. Lo que es peor, es que si tomamos a Uruguay (puesto 106) como eje de la comparación, 13 de los 22 países americanos se encuentran entre los 30 más inseguros, 8 entre los 10 más inseguros.

Pero conformarnos con lo que tenemos porque los demás están peor que nosotros no es la forma de mejorar. Y menos aún negar la realidad porque ésta no es "políticamente correcta".

Por ello, entendemos que el próximo 22 de abril, cuando se haga la próxima reunión abierta de la Cámara Uruguaya de Turismo, tal vez el formato deba ser diferente. Estamos seguros que el sector hotelero llegará con un preciso informe preparado por PwC en relación a la temporada estival. Recordamos que el presidente de la CAMTUR y de la AHRU, el Cr. Juan Martínez, había sido muy claro al inicio de la temporada al decir que la evaluación final debería hacerse después de la semana de turismo.

Pero en cuanto al discurso oficial, ¿se seguirá aceptando "a pie juntillas" datos exitistas y rezongos infantiles, o se pedirán acciones concretas respecto a los temas que atentan contra la competitividad de los viajes y turismo en Uruguay?  Creemos firmemente que sin desconocer lo hecho, es hora de avanzar con paso firme en lo que resta por hacer.

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