Domingo 22 de enero de 2017

Tarea compartida

Señor Director:

En relación con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE), donde se hace mención a los "productos de canasta consumidos por los chilenos que más bajaron su valor durante 2016", el servicio de transporte aéreo ocupó un cuarto lugar, con una baja de un -20,8% anual, cifra que ha sido respaldada por otros estudios internacionales publicados recientemente y que también aluden a esta disminución.

Los últimos años han sido muy desafiantes para la región. Nos hemos enfrentado a un escenario macroeconómico complejo, siendo testigos de crisis económicas que han afectado a diversos países del continente donde operamos como Latam y donde las monedas locales se han devaluado fuertemente frente al dólar, encareciendo aun más los costos de la operación aérea.

Pese a este contexto, las aerolíneas han realizado grandes esfuerzos por mantener una baja sostenida en las tarifas. Desde Latam Airlines disminuimos hasta 50% los precios de las tarifas promocionales en los últimos 10 años, duplicando y, en algunos casos, triplicando el tráfico aéreo doméstico de la región. En Chile, por ejemplo, pasamos de 3 a 10 millones de pasajeros transportados anualmente en la última década. Y la tarea continúa. Este año estamos renovando nuestro modelo de viaje doméstico en Chile y en los otros países donde volamos rutas nacionales, proyectando un 50% más de tráfico aéreo al 2020, con una baja adicional de tarifas cercana al 20%. Este nuevo salto permitirá que chilenos que nunca han volado lo hagan y que otros que ya lo han hecho vuelen más.

Pero incentivar el tráfico aéreo no es solo tarea de las aerolíneas. La conectividad es clave para el progreso de los países, ya que impulsa el desarrollo del turismo y potencia las relaciones entre ciudadanos, siendo un facilitador de la actividad económica. Sin embargo, Latinoamérica está en desventaja. Las limitaciones en infraestructura, los impuestos a los pasajes y las elevadas tasas y costos que pagan las compañías aéreas a los operadores aeroportuarios dificultan y obstaculizan el crecimiento y desarrollo económico de esta.

Esta es una de las regiones más costosas en cuanto a cargos a pasajeros y aerolíneas. En algunos casos, los pasajeros pueden llegar a pagar más del 40% del valor del ticket aéreo solo en impuestos y tasas de embarque. A esto se suma el alto costo que deben cancelar por el traslado hacia los aeropuertos, donde en muchas ocasiones el taxi supera el valor neto del pasaje.

La labor debe ser compartida. Como Latam Airlines hemos avanzado en nuestro objetivo de hacer del avión un medio de transporte cotidiano, disminuyendo las tarifas y aumentando la demanda, creando así un círculo virtuoso que nos ha permitido bajar el costo unitario por pasajero, pero aún queda mucho por hacer. Parte importante del costo unitario de cada pasaje la constituyen las tasas y los impuestos aeroportuarios que dependen de las autoridades, los concesionarios y operadores, entre otros.
Estamos frente a un desafío histórico, que permitirá que la región, y en este caso Chile, crezca más, siendo la conectividad aérea un puente de desarrollo clave para distintos ámbitos económicos. Es tarea de todos poder lograrlo.

Enrique Cueto Plaza
CEO Latam Airlines

Portal de América