Y por otro lado, si tanto se insiste con el país de primera o desarrollado y que dentro de ese esquema, el turismo está en un sitial de privilegio, hay que pasar el umbral del discurso e ingresar de lleno, al de los ejemplos, al de los hechos.
Categorización
Hay operadores receptivos que para continuar siendo confiables ante sus clientes del exterior, deben de algún modo, en la práctica, recategorizar en sus manuales a algunos hoteles que continúan figurando como tres o cuatro estrellas cuando en la práctica, han dejado de serlo.
Ha llegado la hora de encargar una recategorización general y marcar nuevas pautas que por ejemplo, hagan perdurar las calificaciones por un período a término, de manera que cada establecimiento deba poner celo en la custodia de la misma para no perderla.
Podría encargársele a alguna consultora ese trabajo y si la misma, no es catalana, mejor, ya que los españoles en estos momentos deben tener bastantes problemas para encontrar las fallas que les han sumido en la actual situación.
Transporte terrestre
Hay un alerta rojo en este momento en algunos aspectos del relacionamiento de las empresas trasnportadoras turísticas con determinadas prácticas gremiales y algunos hechos puntuales registrados no hace mucho tiempo.
Hay que hilar muy fino en este sentido y en un destino de primera, en un escenario pretendidamente desarrollado, alguien debe definir que una cosa es el transporte de línea y muy otra, el de turismo, en todos los aspectos, aún aceptando que ambos sectores utilicen similares unidades y hasta su personal, pase de un lado al otro sin solución de continuidad.
Transporte aéreo
Se está imponiendo la realización de un gran debate. Tal vez, el escenario idóneo sea un congreso, tal vez, la creación de una mesa redonda donde se encare de una buena vez, el menú de temas que sobrevuelan cada nueva instancia.
El otorgamiento de rutas, la toma de posición definitiva y no la ambigüedad reinante que permite que sea discrecional la aplicación de ciertas reglas. Las certificaciones de seguridad requeridas por los organismos internacionales y no exigidas por los nacionales "para alentar el surgimiento de nuevas empresas y así, más fuentes de trabajo"...loable postura pero, ¿es necesario en aras de esa meta, descartar controles estrictos de seguridad?, en caso de algún siniestro por falta de prevención ¿quién se hará responsable?.
Lo del título: en un destino pretendidamente de primera (el cual queremos y por lo tanto aplaudimos que sea un objetivo del actual gobierno), deben existir controles de primera.
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