por Sergio Antonio Herrera, desde Nueva York, Estados Unidos - @Del PDA
El grupo LATAM Airlines en América Latina y especialmente en el Cono Sur de América, está optando por la tercerización, pauperizando su servicio al prescindir de los funcionarios que históricamente le dieron sustento al prestigio de LAN en primera instancia y luego al grupo, a pesar de TAM.
Quienes hemos viajado por esta empresa últimamente, hemos comprobado la preocupante mala atención en los vuelos, el casi inexistente servicio a bordo; la escasa preparación de su personal de vuelo, la ausencia de hispanoparlantes en los TCP, en una empresa de origen chileno y la desastrosa pronunciación del idioma inglés en los comunicados a bordo (No soy el indicado para evaluar este punto pero, me ha pasado más de una vez, observar las sonrisas sarcásticas de circunstanciales compañeros de vuelo al oír los mensajes en ese idioma).
Ignoro cuál es la causa para que los aviones actualmente se hayan convertido en cámaras frigoríficas debido a la baja temperatura que hay que soportar a bordo.
Lo mínimo que se puede reclamar ante esta circunstancia es la provisión de mantas por parte del personal.
Bien, generalmente no hay mantas a bordo.
Hay aeropuertos y aeropuertos y gobiernos y gobiernos pero, para seguir machacando como lo hace Cueto una y otra vez cada vez que tiene oportunidad, debería mirar mucho más la viga en el ojo propio e ignorar por un tiempo, la paja en el ojo ajeno.
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