El Mundial y los uruguayos
Miércoles, 04 Julio 2018 09:56

El Mundial y los uruguayos foto Youtube

Para mi humilde percepción, las redes sociales tienen mucho de positivo aunque quizás sean más notorios sus efectos negativos, y entre ellos sin ninguna duda, integra el podio la miseria humana. Hace tiempo que identifico a los abanderados de esa característica, como "los dictadores de las redes", quienes siempre están ahí, cual "troles de la maldad". En coyunturas especiales, a nivel nacional, regional o internacional se exacerba su presencia y por ello, durante la realización del actual Campeonato del Mundo Rusia 2018, están a la orden del día. Por otro lado, siempre me provoca -además de una ligera indignación- mucha gracia, leer o escuchar a algún colega quejarse "porque no hay que hacer periodismo de periodistas", como si nuestra actividad fuese una suerte de oasis en la especie humana o peor aún, un Olimpo inalcanzable. Bien, además, en esta ensalada de continuas opiniones y supuestas novedades, cotidianamente me asombro, me espanto, me aflijo, leyendo o escuchando mensajes y/o viendo memes enviados por contactos míos a los que siempre supuse inteligentes, informados, además de formados. Para no quedar como un outsider -faltaba más-, fiel a mi manera de hacer mi trabajo, voy a fijar posición en varios temas, solamente con MI verdad, que, como es habitual, no pretende ser LA verdad.

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por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA


El aumento de la nafta

Los troles o dictadores en su pretendida piolez, quieren hacernos creer que la inmensa mayoría somos un montón de imbéciles que nos metemos adentro de los televisores y babeamos con los goles mientras el gobierno nos viola subrepticiamente aumentando el precio de la nafta.
En este tema, a los troles y a los dictadores se les suman los pretendidos intelectuales "aminomegustaelfútbolqueeselopiodelospueblosypanycirco".
El cuestionamiento a las malas prácticas del actual gobierno lo llevamos adelante desde este medio, un día sí y el otro también, pero desde el 15 de junio estamos en MODO FÚTBOL y hasta que termine el mundial así seguiremos. Nos apasiona el fútbol y no tenemos la más mínima idea del sabor u olor del opio, pero sí detectamos desde bien lejos a los "aminomegustaelfútbolqueeselopiodelospueblosypanycirco" y nunca los bancamos.
Cuando es necesario, como en este artículo, sacamos la cabeza de adentro del plasma y nos expresamos. Como corresponde.

Griezmann

Si con las limitaciones que tenemos como expresión futbolística no tenemos en cuenta la necesidad de la mentalización, le estaríamos retaceando al equipo una de sus principales armas. Suárez ni le declaró la guerra, ni habló mal de Griezmann, simplemente marcó la cancha. El simpático delantero del Aleti es francés, y si el viernes puede vacunarnos, lo hará y si el padrino de su nena, con quien se cruzará a cada rato en el campo necesita revolearlo lo revoleará, punto y aparte.

El Proceso Tabárez

 

Con la miopía característica de la uruguayez, la fauna wébica debatió entre el elogio a los resultados deportivos y la crítica a la conducción técnica del seleccionador nacional. Eso fue hasta que, como ahora, EN TODO EL MUNDO, están reparando en la obra del Maestro, más allá de lo futbolístico y entonces muchos generadores de opinión están reculando en chancletas y viendo de qué forma pueden subirse al carro sin quedar señalados.
Como siempre, parecería que hace falta que "desde afuera" nos "autoricen" a expresar que "las estrellas mundiales uruguayas miran con respeto y admiración a Tabárez" o que "Nunca se ha demostrado de mejor manera la garra charrúa que con la adaptación a los tiempos modernos sin tarjetas amarillas ni rojas".
Personalmente, lo único que le he reclamado a Tabárez siempre ha sido su conservadurismo a la hora de hacer cambios y su rostro irritado en las conferencias de prensa. En este mundial, creo que hasta ahora no le ha errado en la integración ni en los cambios y sus conferencias de prensa han pasado a ser piezas de colección para la excelencia en la comunicación y promoción de un producto casi desconocido a nivel mundial: el Uruguay futbolístico, el equipo nacional por dentro.
Más allá de cómo nos vaya con Francia el viernes y de cómo terminemos clasificados en el torneo, Uruguay es noticia en el planeta y Tabárez es la máxima figura de la selección, por encima de Suárez y Godín y codo a codo con Cavani después de Portugal.
Pero para la miopía interior que nos embarga a los uruguayos y nos tiene sumidos en una grieta quizás más cruel y definida que la de los argentinos a nivel de ideas políticas, el Proceso Tabárez es la muestra más contundente de cómo hay que hacer para que algo funcione colectivamente en nuestro páis.
Quienes debían proveer las condiciones, haciendo las veces de gobierno, aplicaron una política de Estado no escrita ni consagrada pero si vigente en la práctica. Hablamos de los Ejecutivos de la AUF, presididos por Bauzá y Valdez, quienes blindaron el proyecto, lo apoyaron y lo sostuvieron.
Quienes debían ser los actores en la obra, las estrellas internacionales que integran la selección, convencidos del liderazgo, respetuosos del mismo, no solamente trabajaron a destajo en los suyo específico y demostraron adhesión casi amateur a la causa, sino que, como pueblo, patearon el tablero y derribaron monopolios, corrupciones y lograron la independencia del señor feudal que oprimía fundamentalmente a sus pares que juegan en el paisito.
Los tres niveles tienen un denominador común que se llama dignidad.
Hay algo que sigue vivo y nos renueva la ilusión.
La celeste ya nos ha dado el sol.
Campeones u octavos, su luminosidad ya nos mostró el camino.
Y como inmortalizó el propio Tabárez, EL CAMINO ES LA RECOMPENSA.

Nos vemos.

Portal de América

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