por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay
El "Muchacho que sabe" aparece cada vez que es necesario y en esta oportunidad nos dijo que "el proyecto quedaba en suspenso hasta una nueva valoración".
Ante nuestra sorpresa, prosiguió: "La decisión de la aerolínea está basada en la demora de la DINACIA en el proceso de certificación. La autoridad aeronáutica uruguaya no finalizará el proceso en el tiempo que a la empresa le servía comenzar a operar (marzo 2018)".
Parece poco creíble que sigamos dependiendo de un trámite tan burocrático como extenso, cuando somos un país que no tiene mercado atractivo por su tamaño y que además, no tiene cabotaje.
Perder la oportunidad que significaba la creación de Azul Uruguay es sencillamente inentendible.
¿Nos decidiremos algún día a instrumentar las imprescindibles políticas de Estado en materia aeronáutica?
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