por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA
En la pasada jornada publicamos "Solidaridad con los colegas Prieto y Ríos...." y como hacemos siempre, luego de publicarlo en este PDA lo tuiteamos, lo posteamos en Facebook y lo enviamos por WhatsApp a quienes sabemos que no revisan redes sociales o a quienes nos interesa a nostros que lo reciban más rápido y no deban enterarse recién cuando les llega el alerta de publicación.
Rara vez recibimos en forma inmediata comentarios, pero, a veces se da.
Y pasó que en el Messenger un amigo nos dijo "¿Solidaridad con Ríos? ja ja."
Y hoy, como tantas otras veces, escuché críticas a Julio por temas que nada tienen que ver con su trabajo periodístico. En esta oportunidad, basados en el penoso incidente que le tocó vivir por la aparición insólita del Pato Celeste en el estudio donde trabajaba, le criticaron la forma en que reaccionó; su pasado en Tenfield y hasta sus championes blancos.
No soy amigo de Ríos, apenas coincidimos un par de años en Radio Nacional y nos veíamos, nos saludábamos y a veces intercambiábamos algunos comentarios sin mayor trascendencia.
No lo sigo como relator, pero sí lo he seguido y le he escuchado mucho tiempo en sus programas radiales porque regularmente es un periodista bien informado y con opinión jugada. Por su propia forma de ser, extravagante, totalmente fuera de la media de la uruguayez tipo, ha tenido no pocos tropezones en su trayectoria y siempre -la prueba está a la vista- ha sabido reconvertirse y recomenzar, lo cual tampoco cae bien por este barrio...
Es fácil pegarle a Ríos porque tiene un pasado en Tenfield pero...y TODOS LOS OTROS???, no solo los que tienen pasado, sino los que tienen presente?.
Bien, como sabrán o entenderán quienes nos conocen, la cuestión no es defender a Julio Ríos, sino solidarizarnos con el colega y a la vez una vez más, señalar lo que muy pocos hacen, las implicancias de la mafia uruguaya con el poder político uruguayo, que eso es la noticia y no los championes de Julio.
De eso se trató nuestra columna anterior, pararnos ante la pesada.
No nos preocupa que Julio Ríos se tueste en cama solar o desfile en el Carnaval de Melo o cante con El Reja, nos importa que nos siga informando bien y que siga opinando como lo ha hecho siempre, en el acierto o en el error pero opinando, jugándose.
Lo que sí nos preocupa son las agresiones a los periodistas por parte de maleantes desde las sombras o por personajes como el que irrumpió en el estudio de la 1010. Al igual que con las rapiñas, en eso, todos estamos dentro del bolillero también los que se ríen de Ríos.
Nos vemos.
Portal de América