Con fecha 20 de noviembre respondí a la Señora Petrone y a la Secretaría del Fórum con sede en Montevideo que rechazaba tal distinción, expliqué detalladamente las razones que me llevaron a tomar esa decisión y adjunté toda la documentación necesaria. Aquí voy a ser más conciso, preciso y resumido.

Durante el año 2011, siendo el Presidente del CIPETUR (Cículo de Periodistas de Turismo del Uruguay) y del FORPRETUR (Foro de Prensa Turística del Mercosur), me tocó vivir muy desagradables instancias, siendo traicionado y pretendidamente difamado por mis compañeros de Comisión Directiva con una declaración pública basada en una ridícula falsedad como la de acusarme de persecución sindical a la Vicepresidenta de la institución cuando no había en ese contexto ningún sindicato y obviamente tampoco ningún sindicalista. Esa declaración la firmaban Roque Baudean y María Shaw y sirvió para una reclamación legal de derechos laborales por despido que me costó varios miles de dólares.

En la parte medular de mi respuesta a Miriam Petrone trasladé mi inquietud preguntando cuándo se habían equivocado el Señor Baudean y la Señora Shaw, porque evidentemente había una notoria incongruencia. Pregunté si había sido en 2011 cuando me traicionaron, como relataré a continuación o ahora en 2016 que mocionan y comunican que soy un Miembro de Honor?

Ante aquellos ingratos sucesos, tuve la mesura, la calma, y la ética necesaria para "barrer para adentro" y no publicar una línea ni abrir la boca acerca de los sucedido en aquella oportunidad pero sí, hice todo lo que debía hacer y fue la documentación que adjunté a mi rechazo a la distinción enviada a la Señora Petrone.

Pero ahora, en vez de hacer lo que tendrían que haber hecho en aquella oportunidad, que era admitir su error, pedir disculpas y devolverme el dinero que me hicieron pagar, seguramente para tranquilizar sus conciencias, luego de cinco años en los que no les dirigí la palabra y tuve que tratarlos obligadadamente, ante algunas situaciones ineludibles, me sorprendo con este anuncio, improcedente, fuera de lugar, de notorio mal gusto.

Resumen de los hechos

En febrero de 2011, lugo de cubrir una reunión empresarial en Punta del Este, editorialicé con una ácida crítica a la actitud de la actividad privada del turismo lo que me generó un penoso incidente con el en ese momento, más notorio dirigente empresarial del sector y como correspondía, para no mezclar lo personal con lo gremial, pedí urgente reunión de la directiva del CIPETUR la cual presidía y pasados 15 días no había logrado el objetivo ya que era muy difícil ubicar a los integrantes, quizás por ser verano. Entonces como correspondía y de acuerdo con la doble molestia que sentía en ese momento (el incidente en cuestión y la falta de solidaridad de mis pares) pedí licencia y puse mi cargo a disposición por puro sentido ético. Uno solo de los integrantes de la CD se acercó a hablar conmigo y me pidió que no renunciara a lo que le respondí que yo no pensaba renunciar pero que entendía que debía dejar a los directivos con las manos libres para tomar posición ante el hecho concreto suscitado.  

Finalmente se fijó reunión de la CD para el 1 de marzo de 2011 a la que se me convocó y respondí que no correspondía estuviese presente dado que debían ser ellos sin mi presencia quienes tomaran la decisión ante el informe que les había enviado a cada uno si me respaldaban o no estaban de acuerdo, lo cual podía haber sido posible. En vez de tratar el orden del día de una reunión postergada más de dos semanas en la que el único tema era mi pedido de licencia, optaron por traicionarme, junto al resto de la CD, aprovechándose de mi gesto ético de poner el cargo a disposición mientras se laudaba un entredicho que a nivel personal, por resultancias de mi trabajo periodístico tenía en ese momento con el dirigente más notorio de la actividad privada del turismo. No trataron mi pedido de licencia.

Del mismo modo que "confundieron" al gremio que es el CIPETUR con un sindicato, también "confundieron" que yo pusiera mi cargo a disposición  como correspondía éticamente, transitoriamente y entonces sin más, ACEPTARON MI RENUNCIA y me dieron cinco días para ratificarme o rectificarme.

Demoré cinco minutos en darles el gusto y el placer de quedarse con el botín, dado que como les dije, no era ésa la institución que yo había creado en 1992 y de la cual me había alejado en 1993 al ser designado Secretario Ejecutivo de la Cámara Uruguaya de Turismo que presidía Mario Amestoy. Luego de un tiempo, el CIPETUR dejó de funcionar.

Esta segunda era

En 2009, a pedido de varias gremiales regionales tras una reunión en San Pablo a la que fui invitado especialmente, resolví volver a poner en funcionamiento al CIPETUR, cosa que otra vez logré, dotándolo de todo lo necesario, hasta lo imprescindible, incluyendo el diseño de la página web y su puesta en funcionamiento; la estrategia y la concreción de instancias que financiarian la marcha de la institución, los acuerdos y los contactos a todos los niveles que llevaron rápidamente a que el CIPETUR creciera velozmente y se convirtiese en el líder regional que debía ser hasta llegar a molestar al "patron de la vereda histórico" el gremio brasileño ABRAJET, liderado por Claudio Magnavita que terminó planteando dura batalla y operando SIN ÉXITO ante el Ministerio de Turismo de Uruguay y la mismísima Organización Mundial del Turismo (OMT) para sabotear la realización de la asamblea constitutiva del FORPRETUR, celebrada CON ÉXITO, en un magistral evento como resultó ser la Segunda Edición de OBJETIVO TURISMO del Portal de América celebrada en el Argentino Hotel de Piriápolis en setiembre de 2010.

¿Cómo se puede proponer una moción de distinguirme entonces junto al señor Magnavita quien fue enemigo de todos nosotros en aquella etapa embrionaria?

¿Es que se le da tan poca relevancia a una designación de Miembro de Honor?

En resumen

Doy por cerrada esta triste etapa gremial de mi vida, afortunadamente con una sonrisa.

Los mismos que quisieron difamarme terminaron haciéndome el favor de dejarme con las manos libres de dedicarme por entero a lo mío y no perder tiempo en trabajar para ellos, como lo había hecho.

No los saludaba, no les dirigía la palabra, los trataba cuando no tenía más remedio y esa actitud mía LA TENÍAN MUY PRESENTE, entonces ¿Cómo se explica esta declaración?.

Soy miembro de honor de mi familia y de mis amigos. Soy respetado en el campo profesional y tengo la inmensa fortuna de contar con la incomparable audiencia del Portal de América.

Con eso, tengo bastante.

Nos vemos.

Portal de América