por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay
Paso a paso hasta hoy
Se produjo la llamada el martes 20 y la versión que nos entregó el letrado confirmó de alguna manera la participación del bufete pero con una versión bastante diferente a la que nos había llegado.
Podemos resumir la información diciendo que la abogada titular del estudio no estaba en Santa Cruz sino en Europa y quien había viajado a Bolivia había sido nuestro interlocutor ya que en ese país tienen una sucursal del estudio y en ese viaje, había conseguido de Sergio de Urioste, Presidente Ejecutivo de Amaszonas, el visto bueno para abrir nuevamente las negociaciones con Alas Uruguay. Dicha gestión no pudo concretarse porque según nos dijo explícitamente el abogado, "Estos muchachos de Alas Uruguay no sé que pretenden, en que realidad viven, no tuvieron siquiera la gentileza de atenderme y la verdad, la propuesta que yo les llevaba era mucho mejor que la que tanto les había interesado presentada por la brasileña Azul".
El miércoles 21 nos llegó la versión que algún director de Alas Uruguay había desmentido nuestra versión original.
En la mañana de hoy, un amigo nos llamó para comentarnos la versión de un medio digital al que hace mucho no leemos (son muchos los contactos nuestros que les consta no lo hacemos para preservar nuestra higiene mental) donde de alguna manera ironizaban con nuestra versión.
Apelando como siempre a la ética periodística y de buenas costumbres, enviamos al socio del estudio jurídico con el que habíamos hablado el siguiente mensaje por WhatsApp: "Me gustaría de alguna forma poder publicar la verdadera versión de vuestra frustrada intermediación. ¿Se te ocurre alguna manera de hacerlo que nos les complique mucho?"
Al poco rato llegó una respuesta que nos incomodó mucho: "Hola Antonio buen día, no lamentablemente no. Ni yo ni el estudio vamos a participar en eso, ni como fuente tampoco. Después que hablé contigo seguramente llamaste al gerente en Uruguay y Amaszonas expresamente resolvió no contar con nuestros servicios. No sé que sucedió ni viene al caso realmente, pero preferimos alejarnos cuando innecesariamente podemos ver afectado el negocio e imagen. En otra oportunidad será. Saludos" y al pie, la firma del abogado.
De inmediato respondimos: "Bueno, me sorprendes. Después de hablar contigo no hablé con nadie y mucho menos con el gerente de Uy con quien no tengo diálogo. O no lo recuerdas o no escuchaste bien cuando te dije que no hablaras de mí con ...(cité nombre y apellido), pero está bien, acepto que no quieras hablar."
A continuación mandamos otro WhatsApp indicando que como nos habían dicho en el día de hoy había una publicación que dejaba ver a las claras quien había hablado con la gente de Amaszonas, entonces recibimos un nuevo mensaje del abogado: "No sé Antonio, ni idea, sólo supuse eso. Pero todo bien, si te molestó te pido disculpas. No salimos bien ninguno de los dos. Te mando un saludo".
Obviamente, en caso de ser necesario, tenemos las pruebas de todo lo relatado.
Distintas maneras de proceder
Más allá de las diferencias que tenemos con los dos principales directores de Alas Uruguay y a pesar que nuestros propios allegados no nos entienden, toda vez que aparece alguna posibilidad de solución para la cascoteada aerolínea de los extrabajadores de Pluna, sin dudarlo, no solamente no nos negamos sino que nos ponemos a disposición de quienes lo intentan y podemos decir que han sido varios los casos.
Mientras se producía este contacto con el estudio en cuestión, hay uno de los principales ejecutivos de Alas Uruguay que puede dar fe que nosotros una vez más habíamos acercado una posible solución desde el exterior que nada tenía que ver con la que origina este artículo.
La gran diferencia que afortunadamente existe entre nuestra forma de actuar en la profesión y en la vida, con respecto a algunos procederes tiene que ver con el bien nacer.
Afortunadamente, cada noche cuando nuestra cabeza roza la almohada, caemos rendidos durmiendo porque en el acierto o en el error, honramos la vida trabajando, como cada día de nuestra larga vida.
Nos vemos.
Portal de América