por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay
Pero como no quise ser aguafiestas accedí y dije: "¡vamos a La Floresta!".
Hice los poco más de 15 kilómetros que me separan del tradicional balneario canario y ya nomás al llegar empecé a padecer lo que no me gusta nada...un mundo de gente, una oscuridad casi absoluta y cero lugar para estacionar. Despúes de un montón de vueltas y previa "levantada" de una antojadiza cinta que "cerraba" una calle, pudimos dejar el vehículo.
Caminamos y empezamos a ver lo de siempre, puestos y más puestos y poca luz, nada de luz, hasta llegar al frente del ex Hotel La Floresta sobre cuya fachada se reflejaban avisos comerciales uno tras otro y debajo otra pantalla donde se pasaban videos de Uruguay Natural y en lo que vendría a ser la vereda del hotel, una especie de escenario donde en la hora y algo que estuvimos (desde 21.30 a casi las 23) creo que alguna cosa alguien tocó pero nadie los anunció ni supimos quienes eran los que tocaban, pero la mayor parte del tiempo, nada de show.
No conocemos, nunca estuvimos en la Noche Blanca de París que con mucha naturalidad se dijo que fue el evento inspirador de esta movida pero, estamos en verano y en Uruguay, el Carnaval es inminente, ¿costaba tanto poner algún número de esos populares?.
Hay una pequeña distancia entre París y La Floresta por ello nos había llamado la atención cuando en el texto promocional nosotros mismos habíamos publicado: "La consigna de la Noche Blanca es la revalorización del patrimonio histórico, unido a las artes en todas sus expresiones. Por eso, las calles se cierran y se apagan las luces del alumbrado público, al tiempo que se iluminan las casas patrimoniales, esculturas y los escenarios callejeros, que están muy bien preparados y coordinados."...
Tal vez nuestra culpa sea no conocer el patrimonio histórico de La Floresta pero tampoco nadie nos lo iluminó ni mucho menos nos lo describió por los altoparlantes ¿había altoparlantes?.
Gran negocio para un vendedor de panchos (a 50 pesos) y seguramente, para algunos artesanos que hayan podido contarle a los interesados que era lo que tenían en sus escaparates porque mostrar, era bravo...
En fin, como siempre, hay buenas ideas pero...
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