Gestión nacional del turismo IV. Política nacional de turismo
Domingo, 11 Abril 2010 19:16

"El conjunto de decisiones en materia turística que, integradas armónicamente en el contexto de la política nacional de desarrollo (sostenible) orientan la conducción del sector y norman las acciones por seguir..."
por Miguel Ángel Acerenza, desde México

La política turística se define como “el conjunto de decisiones en materia turística que, integradas armónicamente en el contexto de la política nacional de desarrollo (sostenible) orientan la conducción del sector y norman las acciones por seguir, las cuales se traducen en planes y programas de desarrollo sectorial”.

De acuerdo con esta definición, la política turística tiene como propósito establecer las directrices dentro de las cuales  deben encararse las acciones tendientes a la conducción de la actividad turística.  Debe por tanto expresar una visión integral del desarrollo del turismo a nivel nacional, de manera que pueda constituir un factor de equilibrio, articulación e integración de los esfuerzos que realizan los diferentes niveles de gobierno en la gestión del turismo.

Definido el aspecto conceptual, cabe ahora decir que en el marco de los principios generales que deben regir la promoción y desarrollo del turismo, establecidos en la ley de turismo, la política turística tiene que precisar los principios particulares que guiarán las decisiones y acciones destinadas a la conducción de la actividad turística nacional.

Desde nuestro punto de vista, como lo hemos planteado en nuestras publicaciones, esos principios debieran ser:

1.    Satisfacer las necesidades de quienes viajan por motivos turísticos, sean estos nacionales o extranjeros.
2.    Contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las comunidades receptoras.
3.    Preservar el legado histórico-cultural y los elementos, actividades y tradiciones de la población.
4.    Asegurar el uso sostenible de los recursos naturales en los cuales tiene lugar la actividad turística.  (lo cual implica corregir el deterioro causado al medio ambiente por la práctica descontrolada del turismo de alto impacto).

5.    Mantener la sostenibilidad económica de la industria turística, de manera que esta no sólo sustente su propia rentabilidad, sino que fortalezca además, el desarrollo regional y local, impulsando otras actividades económica relacionadas.

La observancia de los principios expuestos  permitirá definir las decisiones más apropiadas para el logro de un turismo capaz de satisfacer los deseos y expectativas de los turistas, socialmente justo para las comunidades receptoras, respetuoso del medio ambiente, y económicamente rentable.

Aclarado entonces el aspecto conceptual y precisado los principios que deben guiar la  política turística, vamos ahora el conjunto de decisiones que debe conformar dicha política. 

El primer aspecto que debe quedar muy claro en toda política turística, es el que se refiere al tipo de turismo que se va a fomentar, en función del papel que el Estado le asigne al turismo en el desarrollo nacional, lo cual como se habrá podido ver en artículos anteriores, tiene que queda claramente plasmado en la propia ley de turismo.

Es por tanto el punto de partida para la definición de la política turística.  En efecto, según el papel que le asigne el Estado al sector, la política turística puede ser orientada hacia el desarrollo del turismo nacional o hacia el turismo internacional., o bien, hacia un desarrollo armónico de una combinación de ambos tipos de turismo.

En todo caso, los objetivos son muy diferentes, como diferentes son las políticas y las acciones que deben llevarse a cabo para el logro de los mismos.  Por lo general el turismo internacional está relacionado con el logro de objetivos económicos (contribución a la balanza de pagos, o el desarrollo regional y local, por mencionar alguno de ellos).  Mientras que el turismo nacional, por su parte está más asociado con el logro de objetivos en el campo social.   Por lo que los objetivos y políticas de desarrollo del turismo internacional están, casi siempre, orientados al logro de la “rentabilidad económica”.  Por el contrario, lo que se busca con el desarrollo del turismo nacional, es el “beneficio social”.  En el caso de desarrollo de una combinación de ambos turismo, los objetivos, políticas y acciones son ya muy particulares, y se establecen de acuerdo a la forma como se integrarán en el proceso.

Pero existe otro aspecto importante que también tiene que considerar toda política turística, y es el que tiene que ver con la definición de los “objetivos estratégicos del desarrollo turístico”.  Aspecto este que sistemáticamente ha sido olvidado en casi todas las políticas turísticas.

La supervivencia de un sector altamente vulnerable como lo es el turismo exige el mantenimiento de un cierto grado de estabilidad en su desarrollo, a los efectos de evitar los desordenes frecuentes que se producen como consecuencia de la variación estacional de la demanda que caracteriza a la actividad turística, o de las situaciones coyunturales que afectan a la economía, con la consabida repercusión sobre el turismo.

La política turística tiene que tener por tanto, una visión estratégica del desarrollo de la actividad, donde los objetivos que apunten hacia la “supervivencia del sector” cuenten con la máxima prioridad.   En especial, aquellos que están orientados a disminuir la “vulnerabilidad” de la actividad turística.

Una vez que se ha definido la orientación de la política turística, esta tiene que fijar las directrices dentro de las cuales deben encararse las acciones tendientes a la promoción y desarrollo del turismo en los diferentes niveles de gobierno. Directrices que deben traducirse en políticas, normas y procedimientos específicos, algunas de la cuales por lo general son las siguientes:

a)    Lineamientos para el ordenamiento del territorio turístico.
b)    Normas y procedimientos para la regulación de los servicios turísticos.
c)    Políticas específicas para la promoción y desarrollo de los distintos tipos y formas de turismo.
d)    Políticas para corregir el deterioro del medio ambiente y mejora de la calidad de las zonas que han sido afectadas por el turismo de alto impacto.
e)   Políticas específicas para las inversiones del Estado en materia de infraestructura y servicios públicos para el desarrollo del turismo.
f)    Políticas específicas para estimular las inversiones privadas en desarrollos hoteleros y facilidades turísticas.
g)   Políticas de asesoramiento y asistencia técnica a los gobiernos estatales o provinciales, departamentales y municipales en materia de planificación y gestión del turismo.
h)   Políticas para el fortalecimiento de la competitividad  de los destinos turísticos.

Visto entonces los aspectos conceptuales de la política turística, en el próximo artículo haremos algunas reflexiones acerca de la misma, que pueden ayudar a la formulación de  políticas turísticas justas, equitativas y beneficiosas para todos.


Portal de América

Comentarios  

ME PARECE MUY INTERESANTE LA INFORMACIÓN DEL TEMA, MISMA QUE SIRVE PARA UTILIZARLA COMO GUIA POR LOS DIFERENTES GOBIERNOS DE LATINOAMÉRICA.
MI RECONOCIMIENTO Y APRECIO A MI MAESTRO MIGUEL ÁNGEL ACERENZA.

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