por Luis Alejandro Rizzi  desde Buenos Aires

La primera conclusión de esta diferencia conceptual sería que el turismo obviamente evitaría los destinos peligrosos, que serían aquellas zonas del planeta en las que haya o existan amenazas ciertas de que ocurran acciones terroristas o  bélicas  que impliquen la  “…contingencia   inminente…” de sufrir un daño.

Diríamos que en todos aquellos destinos que la gente califique como “peligrosos” las posibilidades de desarrollar actividades turísticas serán casi nulas.

La segunda conclusión tiene que ver con los destinos meramente “riesgosos” y con los diferentes conceptos que cada uno tiene del “riesgo”, por eso en este caso se nos abre un muy amplio abanico de posibilidades en las que asimismo juegan las diferentes percepciones individuales.

En cierta forma podríamos decir que no existen destinos sin riesgo.

Taleb Rifai, secretario general de la Organización Mundial de Turismo dijo días pasados que “hay que ser realistas, existe un factor de miedo y un riesgo en cualquier parte, en cualquier ciudad grande del mundo, incluso en los destinos desarrollados: crímenes ya trancos…”

Creo que cuando Rifai hace referencia al miedo quizás debió referirse al “riesgo” ya que el miedo impediría el viaje porque el turista consideraría a ese destino como “peligroso”.

Como vemos la percepción individual compuesta de aspectos culturales, informativos y sicológicos será la primera evaluación que la persona hará sobre la posibilidad de visitar un lugar determinado.

Como vamos viendo, la calificación de destinos “riesgosos” y “peligrosos” podrá variar de persona a persona. Lo que para unos seria meramente un destino “riesgoso” para otro podría ser un destino “peligroso”.

Con esto quiero señalar que cuando una persona le tiene miedo a un destino lo convertirá en destino peligroso y se abstendrá de ir.
Creo que ahora se comprenderá mejor mi critica a la expresión “…factor de miedo…” de Rifai.

Hay pautas objetivas para calificar a ciertos destinos como “peligrosos”, a guisa  de ejemplo diría Afganistán es un destino peligroso objetivamente, como también lo puede ser Irak por la continuidad de atentados que ocurren casi a diario.

Hay pautas subjetivas, como escribíamos antes con relación a ciertos destinos en los que la calificación de “peligroso” o “riesgoso” depende mas bien de valoraciones personales que objetivas.

Israel, Jordania, Líbano, Argelia o Nicaragua, Guatemala, Venezuela o México pueden ser destinos “riesgosos” o “peligrosos” como lo pueden ser sectores de algunas grandes ciudades como Río de Janeiro o  San Pablo o la misma Buenos Aires. En estos casos se confunden pautas objetivas y subjetivas.

Obviamente la referencia a países y ciudades es ejemplificativa y tiene que ver con lo que uno escucha en el medio.

Por ultimo quisiera recalcar que la vida es riesgosa por naturaleza y en ese sentido no hay ningún destino en el mundo, absolutamente, seguro, en esto concuerdo obviamente con Rifai.

Lo que varía es medida del riesgo.

Para terminar y dejar abierto el debate me atrevo a expresar mis  dos conclusiones, objetivamente hay algunos destinos “peligrosos” y todos los demás “son riesgosos”  y  la persona con miedo no viaja, por tanto, no hace turismo.

Esto significa que cada persona cuando elige un destino turístico hace su propia valoración del “riesgo” que está dispuesta a correr y en función de su percepción elegirá un destino en vez de otro.

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