por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos Aires
Si bien en algunos casos nos han hecho trascender “off de record” su contenido nuestra intención es hacer algunas propuestas sobre temas que parecería no son motivos de preocupación.
Nuestra primera propuesta apunta a que las conformidades operativas, necesarias para gestionar autorizaciones para realizar vuelos “charter”, “no regulares” y “regulares” se puedan gestionar no solo en cada aeropuerto sino en la propia sede de la ANAC y en las delegaciones que existan a lo largo y ancho del país.
Para gestionar las conformidades o “slots” es necesario hacer el trámite en el aeropuerto o aeropuertos en los que se desee operar lo que hoy carece de sentido, y antes también por lo menos desde que se generalizó el uso de los medios informáticos.
Primero se requiere la autorización de la propia ANAC que es un trámite que como ocurría antes con la FUERZA AEREA, se hace en el momento. Luego se hace el mismo trámite en las empresas que tienen la concesión de la explotación aeroportuaria que básicamente son dos AEROPUERTOS ARGENTINA 2000 y LONDON SUPPLY.
En la primera de ellas en general el trámite demora 24 horas hábiles y en la segunda puede ser más breve.
Es obvio que estos trámites hoy se deberían poder hacer en cualquier sede tanto de la ANAC como de AEROPUERTOS 2000 y LONDON SUPPLY. Este trámite no requiere inmediatez.
Esta es nuestra primera propuesta de tipo instrumental que creo facilitaría las tareas de todos.
Otra propuesta tiene que ver con una cuestión que podría provocar conflictos legales e inseguridad. Veamos:
El artículo 13 del decreto 1770/2007 dice: “Transfiéranse las misiones y funciones inherentes a la Aviación Civil de la SECRETARIA DE TRANSPORTE y de la SUBSECRETARIA DE TRANSPORTE AEROCOMERCIAL, ambas del MINISTERIO DE PLANIFICACION FEDERAL, INVERSION PUBLICA Y SERVICIOS a la ADMINISTRACION NACIONAL DE AVIACION CIVIL (ANAC), organismo creado por el Artículo 1º del Decreto Nº 239/2007, con excepción de la regulación tarifaria, de las políticas de transporte aerocomercial vinculadas a las concesiones de rutas y acuerdos bilaterales, las que se mantendrán en la órbita de la SECRETARIA DE TRANSPORTE del mencionado Ministerio.”
Sin embargo el inciso 7 del artículo 2 de ese mismo decreto le atribuye y concede a la ANAC el derecho para:
“Intervenir en el otorgamiento, resolución y rescisión de concesiones y autorizaciones de servicios de transporte aerocomercial, servicios de aeropuertos y de navegación aérea.”
El inciso 4 es mas amplio ya que la faculta para “Desarrollar un sistema institucional que promueva políticas y planes estratégicos, que regulen el desarrollo y/o el fomento del transporte de la aeronavegación civil, comercial y general”.
Podríamos interpretar que las atribuciones de los incisos 4 y 7 están condicionadas a las políticas que fije la Secretaría de Transporte pero la cuestión se podría plantear cuando cualquier usuario considere que una o mas autorizaciones dadas por la ANAC contradicen la política fijada por la Secretaría de Transporte con lo que se genera un marco de “incertidumbre institucionalizada” que creemos debe corregirse en beneficio de la ANAC.
Es obvio que las políticas generales las debe fijar la autoridad política ya sea el Poder Ejecutivo y sus Ministros pero que un trámite meramente burocrático como es la concesión de una ruta haya quedado en manos de la Secretaria de Transporte parece una desprolijidad legislativa.
La regulación tarifaria también queda en manos de la Secretaria de Transporte lo que podría justificarse en casos de emergencia pero sustraerle esa atribución al órgano especializado que se supone es la ANAC, también nos parece un despropósito.
Bajo el paraguas de ese control tarifario la legislación está limitando las atribuciones de la ANAC para conceder autorizaciones ya que en los casos que la Secretaría no haya fijado la tarifa respectiva, especialmente en el cabotaje, no se podrían conceder autorizaciones o las mismas quedarían sujetas a la aprobación de la Secretaría, lo que también genera inseguridad.
En nuestra opinión la ANAC debería convertirse en el único órgano con competencia en todo lo referente al transporte aéreo.
Como órgano especializado debería proponer políticas al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo para su discusión y aprobación.
En los últimos cincuenta años la política aérea argentina ha fracasado, como lo demuestran las sucesivas quiebras o cierres de empresas y los fracasos permanentes de Aerolíneas Argentinas que hoy le estaría costando al Estado y a todos los argentinos, pobres y ricos, casi u$s 1,25, por día y parece que la idea es insistir en lo mismo.
Tampoco nos preguntamos quienes se favorecen con AEROLÍNEAS ARGENTINAS porque sus cuentas, estados de resultados y balances deberían publicarse todos los días para saber como se gastan los aportes de los argentinos, sin embargo parece que ni se presentan en la Inspección General de Justicia ni en ninguna otra parte.(critica 25/04/2010).
La información parece ser “estrictamente secreta y confidencial”.
Las empresas privadas con la excepción de LAN dependen de una u otra forma del Estado nacional o provincial y recientemente ANDES y AEROLINEAS han celebrado un acuerdo de “tercerizacion” para explotar algunas rutas cuyo costo ignoramos, pero que no creemos que resulte perjudicial para la empresa privada.
Es obvio, a muchos les interesa mantener este esquema de fracasos porque algunos pocos ganan a costa de todos los demás que somos nosotros.
En fin, esto es lo que proponemos…por hoy, para un órgano que parece querer funcionar con total transparencia.
Portal de América