Seguridad y controles aeroportuarios
Lunes, 13 Junio 2011 00:16

Seguridad y controles aeroportuarios

El transporte aéreo está asistiendo al inicio de un nuevo debate relacionado con las medidas de seguridad que se van poniendo en práctica por las respectivas policías aeronáuticas o mejor dicho aeroportuarias, para fortalecer la prevención de atentados terroristas. El terrorismo ha sido definido como la pretensión de dominar mediante el terror.

Fiexpo 2024 1250x115
Mintur verano 1250x115
CIFFT 1250x115
TSTT-1250x115
Arapey 1250x115




por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Para la Real Academia el terror, es el dominio por el miedo, pero esa conceptualización, peca de insuficiencia ya que el terrorismo recurre a la violencia sin límite ni distinción alguna para causar pánico en la gente, -de otro modo no hablaríamos de terrorismo- y de ese modo lograr objetivos políticos por cierto, difusos.

No hay nada más expresivo que  los hechos del 11S en Nueva York, 11M en Madrid o el atentado a la embajada de Israel o a la AMIA en la ciudad de Buenos Aires, para ilustrar el concepto de terrorismo.

“Agresión contra la vida o la integridad física o moral de alguien”, ese es el concepto que de “atentado” nos da también la Real Academia.

El atentado es pues, una agresión violenta practicada de modo indiscriminado contra cualquier persona aunque se la disfrace como ataque a alguna institución que es considerada enemiga. El blanco siempre son seres inocentes.

El enemigo es una palabra que tiene que ver con un contrario, no se puede ser enemigo de nadie ni de todos.

La palabra enemigo tiene que ver con el concepto de guerra, es decir hay por lo menos dos bandos contrarios, identificados, que pelean violentamente para someter al otro.

El terrorismo es una acción violenta dirigida contra cualquiera, esto significa que cualquier persona puede ser el enemigo del terrorismo. El terrorista nunca se identifica.

El terrorista no es más que uno de tantos militantes, palabra tan de moda, del terror como método más que para construir poder para aniquilarlo, no tiene identificación, su arma predilecta es el uso y aprovechamiento de la buena fe del otro, por eso es perverso.

En general, los enemigos del terrorismo son las personas inocentes, en el caso que nos ocupa, los pasajeros de una aeronave que viajan por los más variados motivos.

El terrorista es cobarde porque ataca escondiéndose o mimetizándose con nosotros.

Si el terrorista fuera valiente, no habría terrorismo.

Los primeros atentados contra el transporte aéreo fue lo que se llamó hijacking o secuestro aéreo y a raíz de su reiteración, se comenzaron a tomar por parte de las autoridades aeroportuarias las primeras medidas de control personal a cada pasajero antes de ascender a una aeronave.

Recuerdo un hecho muy gracioso que me ocurrió hace varios años al abordar una aeronave en el Reino Unido en Heathrow. Resulta que tenía en un bolsillo una pequeña caja con varias pastillas de carbón, que son de un color gris oscuro muy similar al color de la pólvora, pues bien la autoridad policial de control al descubrirlas, me sometió a un largo interrogatorio por espacio de más de 10 minutos y finalmente me las secuestró, felizmente pude embarcar sin problemas, sin las pastillas de carbón, por suerte mi diarrea ya había pasado...

Luego el avión ya fue objeto del atentado, en el Hijacking era un medio para lograr un fin mediante la amenaza de muerte a los pasajeros que en algún caso se concretó en una o más personas.

El avión como objeto del atentado implicaba su ataque para derribarlo, como el caso del PAN AM sobre el Reino Unido, derribado por el aún vigente MUAMAR EL GADAFI o KADAFI, para los amigos…

Y recientemente el avión se usó como arma, como fue el atentado del 11S, en el que victimas y victimarios compartieron el destino fatal, unos sin saber por qué y los otros en busca de un reino que si realmente existe no dudo en ubicarlo en lo más recóndito de las tinieblas.

Esta situación de inseguridad generalizada obliga sin distinción de lugar geográfico, a que las autoridades policiales pongan en práctica las medidas mas extremas de seguridad para poder detectar a seres que llamaría invisibles, que nos convierten en fatales espectadores y protagonistas pasivos –víctimas- de sus más crueles perversidades o locuras.

Esta perversidad humana lucra además con las garantías del estado de derecho que en cierta forma les permite a los terroristas comportarse como “pez en el agua” y el dilema se plantea en descifrar hasta donde el derecho puede ignorar este fenómeno sustentado en la perversidad.

El control aeroportuario se irá agudizando y habrá que por lo menos suspender o modificar el alcance de ciertos derechos en beneficio de protección a la vida.

Habrá que admitir que nuestros datos personales formen parte de bancos de datos de los estados, habrá que admitir que si privilegiamos la vida, deberemos sacrificar derechos que si de alguna manera sirven o se usan para que otros nos ataquen, algo no funciona salvo que pudiéramos hablar como las virtudes locas de Chesterton de “derechos locos”.

Los controles personales también se volverán más molestos ya que hoy pueden transportarse peligrosos explosivos o armas letales en la suela de un zapato, en el interior de un botón o escondido en el propio cuerpo.

El momento que nos toca vivir tan mágico y tan complicado como todo momento  de la historia, nos ha puesto frente a esta crucial encrucijada: ¿en qué medida deberemos renunciar a derechos que parecen irrenunciables para defender nuestra vida y prevenirnos de los que practican el terrorismo?.

En definitiva se trata de armonizar los derechos y saber limitarlos porque la cosa en verdad es otra que es muy simple, no hay derechos absolutos, salvo el derecho a la vida. Esa debe ser  el objeto de la verdadera lucha por el derecho, defender la vida.

Quizás el fundamentalismo terrorista ganó una primera batalla al hacernos creer que los derechos son absolutos porque en la medida que esa doctrina se generalice y prevalezca, más difícil será prevenir las actividades terroristas.

Si nos ponemos de acuerdo en eso,  será más entendible lo que queremos decir cuando hablamos  de la lucha por el derecho.

Portal de América

 

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.