Argentina: el turismo receptivo cede ante el emisivo
Miércoles, 02 Marzo 2011 01:50

Argentina: el turismo receptivo cede ante el emisivo

La Cámara Argentina de Turismo en un informe económico ha hecho saber que durante 2010 los viajeros que salieron del país superaron en 674.000 personas  a los que llegaron y para 2011 se espera que ese número supere el millón.

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por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos Aires


También para 2012 se cree que la tendencia continuará a favor del turismo emisivo o de importación como suelo llamarlo.
Es obvio que esta diferencia impacta en el saldo comercial del sector estimado en poco más de u$ 500 millones para 2010,  cerca de los u$ 650 mil para 2011 y pasando los u$ 700 millones para el 2012.

Algunos están mostrando preocupación por esta tendencia y en consecuencia surgen voces de alarma de varios sectores vinculados con la actividad.
Por ejemplo el sector hotelero expresa que en este momento se deben extremar los costos y ofrecer tarifas “competitivas” como si en algunas épocas estas pudieran no serlo…
Este sector ha realizado inversiones importantes y la oferta se ha fortalecido, sin embargo la pregunta que nos debemos hacer es si esas inversiones se pensaron por las buenas performances de algunos años o como consecuencia de un estudio, cuando menos, de mediano alcance.

La otra cuestión tiene que ver con el movimiento de viajeros y el hecho que salgan más pax de los que ingresan, no creo que  sea un indicador que deba interpretarse linealmente ya que esas cifras, si las leemos con calma, nos demuestran que el número de ingresados sigue creciendo aunque en menor proporción de los que salen.

Con ello quiero decir que el volumen del receptivo o de “exportación” no deja de crecer.
La economía argentina ha crecido en los últimos años, a ciencia cierta no sabemos cuánto ya que las estadísticas oficiales no son creíbles y las privadas según la Secretaria de Comercio están "distorsionadas y confunden…” (sic)  por cuyo motivo una consultora ya fue sancionada con una multa de $ 500 mil en una clara muestra de menosprecio por las libertades de las personas y el derecho a la información.

En economía creo que hay que dejar de utilizar los viejos conceptos mercantilistas de acumulación.
Hoy la economía es una ciencia muy dinámica y lo que genera riqueza son los movimientos de flujos que reflejan el funcionamiento de la economía real (industria y servicios), si frenamos estos movimientos vamos fatalmente a un resultado de suma CERO o NEGATIVO.
Creo que lo que se debe ponderar es si el funcionamiento  de la economía real genera condiciones que permiten mejorar el nivel de vida de la gente, no solo en un país determinado sino en la generalidad de las naciones.

Cuanto más riqueza se genere y cuanto más se incrementen los intercambios todos podremos participar en mayor medida de los beneficios de esa riqueza generada por la actividad del hombre, claro está, siempre y cuando haya políticas racionales.

Ésto no quiere decir que el resultado negativo, resulte algo bueno, más bien depende de los ciclos que creo que ya no pueden ser anuales sino habrá que pensar en lapsos más prolongados lo que a su vez debería impactar en esa mala praxis de pensar en el corto o cortísimo plazo.
La mentalidad del corto plazo creo que termina asfixiándonos y nos hace perder la perspectiva del devenir. Es cierto, en escenarios inflacionarios como el de la Argentina, no es fácil olvidarse del corto plazo o no tomarlo en cuenta, pero lo que no debe cambiar es la actitud de pensar siempre en función del largo plazo.

Tampoco debemos pensar o creer que en esa dimensión “del largo plazo” todo resulte exitoso sino que la cuestión es la determinar según nuestra cultura media si somos parte de una sociedad que piensa en el futuro y en las generaciones que vendrán.
El tenor de la respuesta nos dirá si es posible invertir en este país, más allá de quien circunstancialmente gobierne y de las condiciones de un momento dado, como puede ser el actual.

También hay factores que influyen en el funcionamiento de estas variables, como la apreciación de la moneda local, esto es válido para todos, favorece la importación turística o la emisión de turismo como todas las demás importaciones y por el contrario la desvalorización de la moneda local produce el efecto contrario.

Esto no quiere decir que los gobiernos deban manipular el valor de la moneda por cuestiones puntuales o para mantener ficciones como suele hacerse en estos momentos para mantener número favorables en  los resultados del balance comercial.

Obviamente debemos esforzarnos para revertir el saldo comercial de nuestra balanza turística pero para superar este límite de los 4 o 5 millones de personas y llegar como mínimo a 10 millones en un plazo de no más de tres a cinco años, será mucho lo deberá hacerse, siendo para mí lo esencial diseñar un sistema de transporte que facilite los movimientos turísticos. Nos faltan ferrocarriles, aviones y caminos, pero parecería que lo lógico sería impulsar el desarrollo ferroviario y el aéreo.

El otro día leía que en Calafate la oferta aérea, prácticamente es único medio que permite llegar a ese destino, es menor a la oferta de camas. Algo funciona mal.
Conclusión estimo que para conocer la realidad, verdad o mejor dicho potencial de nuestro turismo deberemos aguardar un tiempo de estabilidad económica en el que el factor que decida al viajero venir a la Argentina sea la belleza de los diversos destinos y fundamentalmente el atractivo  país.

Dicho de otro modo que en el mundo haya interés por venir y conocer a la Argentina, no como ocurre ahora  que apenas somos objeto de curiosidad…

 

Portal de América

imagen: www.elperiodicotucuman.com.ar

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