por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Un lector “califica” al Portal como pasquín y pide el cese de la suscripción. El pasquín es un escrito anónimo que se fija en sitio público, con expresiones satíricas contra el Gobierno o contra una persona particular o corporación determinada.
Creo que el editorial no tiene expresiones satíricas ni contra el gobierno ni contra persona alguna.
Si aceptamos el significado que se le da en algunos países, incluido URUGUAY, lo que seria un “uruguayismo”, ni el Portal trae ilustraciones de mala calidad ni el tono es sensacionalista ni calumnioso.
Por último, el Portal no es anónimo. Tiene editores responsables.
Otro comentario en vez de plantear alguna propuesta se limita a comparar la cuestión Malvinas con un hecho de naturaleza doméstica como sería el ingreso de un matón a una casa particular.
En cuanto al valor de quienes pelearon en las Islas, nunca se puso en tela de juicio y duele ver el trato que reciben hasta hoy, de parias o seres inferiores mendigando favores para subsistir.
El otro día un héroe de Malvinas murió en el más cruel anonimato, haciendo fumigación aérea precaria por no tener otro modo de vida. ¿Algunos de los que comentaron el editorial pensaron en él…?
Por ultimo otro lector imputa desconocimiento del Derecho Internacional Público, de Relaciones Exteriores y “sobre el tema”.
En realidad el editorial parte de una verdad, hace casi 180 años que las Islas Malvinas, Falkland, están en poder del gobierno inglés y la Argentina no las ha recuperado.
Por otra parte tampoco incursiona en las cuestiones que aborda el lector.
Pero además en el editorial cuestionado, se formula una propuesta que es poner al turismo al servicio del acercamiento a los Kelpers porque las Malvinas serán argentinas cuando el país les resulte a los pobladores de las islas, más atractivo que el Reino Unido.
Vale la pena decir también que hemos tenido y seguimos teniendo toda la Patagonia no solo casi desocupada sino también olvidada y sólo nos interesan los lugares turísticos y cada tanto nos quejábamos que hubiera más hermanos chilenos que hermanos argentinos.
Por ultimo, hay un comentario que me parece hecho de buena fe, no porque muestre su acuerdo con una parte, también critica el resto, sino por su mesura algo tan distante de la Argentina de estos días.
En definitiva, los disensos deben ser admitidos, las propuestas pueden ser discutidas para mejorarlas o para demostrar su inviabilidad, pero la descalificación, cabe preguntarse: ¿adónde nos conduce?.
Cuando el epíteto reemplaza a la opinión o a la convicción, significa que hemos perdido la facultad de “pensar” y eso es muy grave.
Portal de América