Argentina: el mercado le impone la realidad al transporte aéreo
Jueves, 23 Agosto 2018 22:31

Argentina: el mercado le impone la realidad al transporte aéreo

Más de una vez escribimos en este portal alertando los límites de nuestro mercado aéreo. Lo hacíamos a partir de las estadísticas del INDEC y señalábamos que estábamos yendo a un exceso de oferta. También tratamos de desmitificar el llamado “low cost”.

Fiexpo 2024 1250x115
Arapey 1250x115
TSTT-1250x115
Mintur verano 1250x115

 

 

 

 


por  Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

 

Días pasados en un encuentro casual una persona que está muy vinculada al transporte aéreo me preguntaba con ironía ¿Y ahora como sigue la revolución de los aviones?

 

Le respondí con otra pregunta, como si fuera un devoto sofista, “¿De qué revolución me hablas?

 

Flybondi estaría volando con una ocupación promedio del 60% y Aerolíneas Argentinas y Latam habrían perdido algo de participación en el mercado.

 

En grandes números esto significaría que la “revolución de los aviones” fue un simple juego de suma cero y además costoso.

 

Tomando como referencia el INDEC, sosteníamos que nuestro mercado de transporte aéreo es de alrededor de cinco millones de personas y que el resto de la población estaba muy lejos de la posibilidad de abordar un avión, aunque el billete  tuviera un costo de “cero peso”.

 

Para ese núcleo de cinco millones con un nivel de recurrencia de aproximádamente 3 puntos, mas unas diez mil personas que habrían volado por primera vez en Flybondi según leí días pasados, se conforma  nuestro mercado. No hay más aunque somos 44 millones de habitantes.

 

Hay segmentos interesante como los que explota Avian que tienen su tráfico, pero habría que ver sus resultados y posible evolución.

 

Hubo otro elemento sobre el que veníamos machacando y que le hicimos ver a quienes nos consultaron en su momento, más grave, que tiene que ver con la situación económica.

 

Nosotros no pronosticamos por pesimistas, lo hacíamos sobre lo que considerábamos la realidad del momento y la inmediata de los próximos tres años.

 

El simple sentido común nos hacía creer que el gradualismo era insostenible, que el endeudamiento ya había demostrado antes que no era sustentable para financiar gasto, que el tipo de cambio era una trampa muy visible que  mantenía falsamente valorizado  nuestra peso (inexistente en cuando Unidad de valor), que la inflación era una amenaza latente, que no habría inversión sustancial no ya en lo inmediato sino en lo mediato, que el low cost era inviable, aclarando que solo es marketing ya gastado, y finalmente que no era el momento de convertirse en “militante revolucionario del transporte aéreo”.

 

Aclaraba que no podía prever “el cuándo de la crisis”, confieso que no imagine que ocurriría a partir de abril pasado, aunque si pensaba que el afán de la codicia para adquirir deuda argentina podía durar a lo sumo hasta fin de año. Me equivoqué, fue antes.

 

Hoy nuestro transporte aéreo está en una situación crítica. Lo lamentable es que era previsible, por lo menos para mí.

 

A las circunstancias locales debemos agregar las variaciones ocurridas en el precio del petróleo, el incremento de las tasas de interés y el fortalecimiento del dólar.
Aerolíneas Argentinas se presentaba como paladín de una ejemplar gestión que haría posible que en 2019 no necesitara recibir subsidios. No fue asi.

 

Es difícil entender que no se hayan previsto hechos que fatalmente debían ocurrir, como el incremento del combustible, una devaluación de nuestra moneda y sobre todo que el mercado del transporte aéreo se achicaría por la existencia de mayores protagonistas.

 

En ese sentido si se hubieran respetado los límites de la vetusta ley 19030, que debería ser derogada, pero vigente al fin, probablemente los efectos de la crisis se hubieran amortiguado para Aerolíneas Argentinas. Pero tampoco esa era una solución, solo hubiera servido para “tirar unos meses más hasta la próxima elección…”

 

Este año se destinarían a Aerolíneas Argentinas treinta millones de dólares adicionales que pertenecerían a los ferrocarriles, transporte masivo por excelencia. Otra mala decisión.

 

Aerolíneas Argentinas y su gente deben aprender a vivir con lo que generan y si no son capaces de hacerlo no tiene sentido que se siga hundiendo dinero, por definición, irrecuperable.

 

Según lo que informa Aviación News. no estaría comenzado bien el señor Luis Malvido, ya que debería proponer como punto de partida un nuevo sistema de gestión participativa  con el personal analizando con todo realismo su actual inviabilidad.

 

Aerolíneas Argentinas es sanable, el tema es que la terapéutica será cruenta y para ello debe existir la conformidad del paciente.

 

Para el resto de las líneas aéreas, quizás lo que más nos debe interesar es el futuro de Andes ya que es una empresa genuinamente privada y quizás la única que cumple con el principio de propiedad sustancial del código aeronáutico.

 

Es indudable que la devaluación le impactará de lleno en el precio del leasing de sus aviones que, en un año se le incrementó en un 70% y que podría llegar a casi el 100% a fin de año.

 

En medio de esta realidad, Aerolíneas Argentinas angustiada por la carencia de fondos, promovió una absurda guerra de tarifas que por ahora significa incrementar el peso de su lastre.

 

“Guillo” para los íntimos, ve como su parodia aeronáutica tendrá un costo aun difícil de estimar y quienes asumieron el protagonismo lo responsabilizarán por haberle creído o seguido el juego.

 

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.