El servicio de Taxi tradicional se niega al futuro
Lunes, 30 Julio 2018 15:31

El servicio de Taxi tradicional se niega al futuro

“…Por su parte, el presidente de Unauto, que aglutina a las compañías de VTC, Eduardo Martín, ha señalado que pedirá mañana al Gobierno en la reunión prevista en Fomento que "no ceda a los chantajes" que "el monopolio del taxi" hace con su huelga indefinida y garantice la seguridad para los VTC, tras haber más de cien coches "destrozados".” El Economista.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

 

“La protesta va a durar hasta que Uber se vaya. Nosotros en todo lugar que quiera entrar Uber en el país vamos a estar presentes”, decían desde la Federación de Peones de Taxis al canal de noticias C5N en Buenos Aires en solidaridad con los taxistas de Mendoza que se oponen a una resolución judicial que autorizó el funcionamiento de Uber en esa ciudad.

 

Como vemos, la cuestión del futuro no solo ocurre en Buenos Aires, en España se pretende que se habilite un Uber o similar, allá los llaman “VTC” (vehículo de turismo con conductor) por cada 30 taxis, porque no 29 o 31…

 

Los gobiernos temen a los sindicatos de taxistas ya que en la medida que se muestren blandos con las aplicaciones digitales, piensan que pierden los votos de esos sectores. Claro, como me apuntaba un conocedor del submundo del taxi,  no computan los votos que también pierden por combatirlas ya que no hay duda que ya una mayoría del usuario de taxi tradicional optó irreversiblemente por las aplicaciones.

 

Las ventajas son obvias. Seguridad mutua para conductor y pasajero, se sabe quien viaja con quien, en que auto, que patente y nombre del conductor y del pasajero. Itinerario. Se verifica el mejor y menos denso o congestionado, mediante aplicaciones disponibles en cualquier celular  GPS y waze maps, por ejemplo.

 

Precio y pago

 

No hay posibilidad de reloj taxímetro “tocado” ni de sobreprecio, además el pago es bancarizado con lo que se disminuye la posibilidad de evasión fiscal. Todo queda registrado para conductor y pasajero.

 

Lo venimos repitiendo, la tecnología cambió el sistema de transporte personal como es el servicio de taxi.

 

Ya no es necesario un control especial y periódico para los autos afectados a servicio de taxi, el control se ha generalizado, Tampoco es necesario un control específico por parte del Estado, sea nacional, provincial o municipal, ya que lo realizan los propios usuarios.

 

Un ejemplo, Uber y Cabify permiten rechazar un vehículo cuando el pasajero ha tenido una mala experiencia, personalmente tengo una “lista negra” de 4 o 5 autos y conductores. La vez pasada me negué a usar un taxi por el insoportable olor a tabaco y el taxista me insultó hasta mis más lejanos antepasados.  Resultó un maestro o poeta del agravio, como podría haber dicho nuestro siempre recordado Ricardo Cogorno.

 

Por otra parte, cuanto menos regulaciones y mayor control del usuario el servicio debe afrontar menores costos.

 

En mi opinión, la cuestión está dada por el precio de las licencias, dado que  en la ciudad de Buenos Aires está congelada su concesión.

 

Es obvio que para trabajar con las aplicaciones disponibles no es necesario pagar ese costo, y si esta modalidad se extendiera como debería ser, las licencias cuanto más uso de aplicaciones menos valor tendrán, hasta llegar a cero pesos.

 

Hace tiempo propuse que las municipalidades recompren las licencias existentes para facilitar  el desarrollo de las aplicaciones digitales, y de ese modo amortiguar el impacto negativo de su paulatina disminución de valor. Incluso se podrían establecer precios diferenciales para aquellos que decidan no continuar con el oficio de transportador privado.

 

Como lo venimos diciendo luce, “cool” hablar del futuro, pero asumirlo es mucho mas “hot”.

 

Lo grave es que tanto en el país como en otros, los ya viejos taxistas han comenzado a recurrir a la violencia callejera para defender sus innegables privilegios, no solo intentado descubrir conductores de Uber o Cabify para agredirlos, sino que además buscan congestionar el tránsito parta molestar, agobiar y por ultimo cansar al sufrido transeúnte que en definitiva es quien banca a todos y todas, o todes, si prefieren….

 

Portal de América

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