Imprimir esta página

La agonía del servicio de taxi tradicional…
Jueves, 14 Junio 2018 21:53

La agonía del servicio de taxi tradicional…

“…El usuario a través de la “app” indica el punto de recogida, introduce el destino al que quiere dirigirse y comprueba cuántos minutos falta para que el vehículo le recoja, así como un precio que va desglosado, identifica el vehículo, el chofer y sabe el precio del viaje. El pago se hace por medios bancarios. Al final se califica el servicio y el conductor”.

Fiexpo 2024 1250x115
Mintur verano 1250x115
TSTT-1250x115
Arapey 1250x115

 

 

 

 

 

por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

 

El progreso es avance y transformación, hay un ejemplo simple, la tracción a sangre fue sustituida por la tracción mecánica y el sistema de transporte cambió de modo radical.

 

La informática está produciendo cambios que nos sorprenden que nos faciliten la vida diaria y cambian incluso nuestros hábitos. En vez de hablar por teléfono enviamos mensajes de texto o grabados, por medio de cualquier celular podemos hacer transferencias bancarias, contraer créditos,  hacer el check in en aviones y hoteles, en fin la enumeración podría no tener límite.

 

Pues bien, uno de los cambios ya ocurrió en los servicios de taxi, o de autos con taxímetro como se decía antaño.

 

El servicio de taxi tuvo también su transformación desde que surgió como tal. Justo el otro día un viejo taxista, ahora en Cabify previo paso por Uber, me explicó en el curso de un viaje hasta Aeroparque su historia o la del taxi.

 

Cuando conseguí mi primera licencia, me decía, tuve que dar tres exámenes sobre las calles de la ciudad de Buenos Aires, me tuve que aprender la Peuser de memoria. (La Peuser era una guía de calles y medios de transporte de la ciudad de Buenos Aires que editaba precisamente una empresa editora que llevaba ese nombre.)

 

Creo que me dijo que la primera licencia le había costado $ 50,00. Luego con el correr del tiempo se fueron sumando obligaciones que me enumeró siguiendo un orden que ignoro si fue el histórico, y así me dijo tuvimos que pintar los autos de negro y amarillo, tuvimos que contratar seguros para los pasajeros transportados, vinieron las verificaciones técnicas y de cuidado interior del auto, luego la vida útil del auto, hasta que llegó la informática.

 

Desde 1949, continuaba, el taxi evolucionó  mucho, hasta hubo una época que se autorizaron autos con dos puertas. Pero con la informática me di cuenta que ese negocio enfrentaba un cambio importante, y fue asi como vendí las cinco licencias que tenia para comenzar con Uber, y ahora preferí esta empresa.

 

Nuestro trabajo cambió, al pasar me dijo que su mujer y su hijo mayor, estudiante en la Tecnológica,  advirtieron la importancia del cambio, en cuanto a seguridad, evitar el “yiro” (forma de decir cuando se circula Libre), el pago electrónico, tanto del viaje como lo que el llamaba “su salario”, aunque me decía que no tenía relación de dependencia, ya que él como su mujer e hijo fijaban horario de trabajo y hasta el derecho de admisión. Además consta en la plataforma que mi hijo habla inglés y yo italiano.

 

Cuando finalizó su breve historia del taxi en la ciudad de Buenos Aires, concordamos que el taxi tradicional ya no tiene razón de ser.

 

El mismo chofer me decía, ahora no es necesario conocer la ciudad, el GPS y el WAZE te guían por la ruta más despejada y más corta,  todos los autos hoy tienen la exigencia de la revisión técnica periódica, el seguro  es obligatorio para todos y concluía, “ya no tiene sentido tener muertos en una licencia u$s 10 o 15 mil, “con la venta de las licencias y algunos ahorros, me compré “cash” los cinco autos que ahora explotamos con las plataformas digitales.”

 

Le pregunté por la resistencia gremial y la actitud del gobierno de la ciudad que defiende el taxi tradicional.

 

“Mire don, me respondió, es lógico con estas plataformas las licencias cada vez valen menos y se acaba un negocio que ya no tiene razón de ser, solo un “boludo” hoy podría gastar diez mil dólares en una licencia, se da cuenta…”

 

El progreso no se detiene, a mi me favoreció, ahora trabajo más tranquilo, gano más y gasto menos…pero reconozco, todo cambio duele, por eso este gobierno optó por el “gatopardismo”

 

“Macripardismo”, le aclaré.

 

Si, no voy a votar a los “peronios”, pero a estos tampoco…aunque por la edad ya estoy liberado del voto obligatorio.

 

En lo que yo conozco que es este negocio, el gobierno de “Geniol” (sobrenombre del Jefe de gobierno de la ciudad, impuesto por el escritor y periodista Jorge Asis) no cambió nada, al contrario, se “opone al cambio”.

 

Llegamos a Aeroparque y me hubiera gustado seguir escuchando la historia del taxi…que pronto se llamará por el nombre de la plataforma que esté disponible para el servicio, y allí la competencia tendrá un piso que no lo tiene con el taxi tradicional pese a la inútil burocracia que cree regularlo.

 

Portal de América