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Aerolíneas Argentinas ¿Se justifican los u$s 5600 millones en subsidios?
Jueves, 31 Mayo 2018 21:33

Aerolíneas Argentinas ¿Se justifican los u$s 5600 millones en subsidios?

“Aerolíneas Argentinas, que viene de haberle pedido casi más de 180 millones de dólares al Estado durante 2017 y va a requerir al menos otros US$ 82 millones más durante este año, cortará el año que viene los subsidios por completo, anticipó su presidente, Mario Dell'Acqua. Eso no quiere decir que la línea aérea de bandera vaya a tener en 2019 sus cuentas completamente en orden, ya que según Dell'Acqua la empresa tendrá todavía una pérdida de entre 20 y 30 millones de dólares…” Clarin, 31/5/2018.

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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

 

Según es sabido, desde su expropiación en 2008 Aerolíneas Argentinas y Austral le han costado al estado y a los contribuyentes u$s 5500 millones de los cuales casi 500 millones se entregaron entre 2016 y 2017, a  lo que habría que agregar 87 millones  para 2018.

 

En números redondos las dos empresas, de hecho fusionadas, nos han costado un promedio de u$s 500 millones por año a los sufridos contribuyentes argentinos.

 

La empresa aún es deficitaria, ya que recién en 2019 podría financiar sus pérdidas en el mercado  que fueron estimadas en 20 a 30 millones de dólares, y si bien no recibiría subsidios, sus números continuarían siendo rojos.

 

Lo bueno es que de cumplirse ese pronóstico, las dos empresas, Aerolíneas Argentinas y Austral, competirían en igualdad de condiciones en el mercado del transporte aéreo.

 

Va de suyo que para prescindir del subsidio las dos empresas deberían haber  incrementado su facturación y el precio de los billetes, lo que seguramente hubiera impactado en la venta  de modo negativo, con lo cual la pérdida del año y la necesidad de subsidios se hubieran incrementado.

 

Es asimismo sabido que los precios de los tickets varían permanentemente, ya que son fijados por un sistema de algoritmos para lograr  maximizar la venta  los que son monitoreados por expertos en su gestión. Sin embargo el arte está en las pautas sobre la que “trabajan” los algoritmos, ya que no siempre máxima ocupación se corresponde con buena recaudación.

 

Suponemos que en el caso de Aerolíneas Argentinas y Austral, los algoritmos se programan sobre  el precio del mercado y nivel de costos y luego se estima el monto del subsidio necesario para cubrir el déficit de recaudación.

 

Si bien es cierto que no se puede negar que las dos empresas han mejorado sus resultados lo que deberíamos analizar como experiencia y para tener presente en el futuro es si tiene justificación haber hundido alrededor de u$s 5600 millones en esas dos empresas en un lapso de 10 años.-

 

Es sabido que los costos hundidos son irrecuperables porque se corresponden con resultados económicos muy negativos que pueden tener muchas causas, desde una muy mala gestión gerencial, como ocurrió durante la gestión “K”  que además fue causante de vicios muy difíciles de corregir, hasta un marco político económico desfavorable, pasando por todas las variantes que uno pueda imaginar. Recordemos que el cabotaje tuvo tarifas fijas durante 4 años (2002/2006)  sin la correspondiente estabilidad monetaria en igual lapso.

 

Con un promedio de facturación anual de  u$s 3000 millones y una rentabilidad promedio del 4% serian necesario 46 años para reintegrar al estado los 5600 millones de dólares recibidos durante 10 años...

 

A este enfoque económico que obviamente resulta negativo, máxime en un estado deficitario y con carencia sociales vergonzosas, en un país que dispone de todo tipo de recursos, cabria hacer otro análisis sobre el modo de gestionar que se impone en esta época que nos toca vivir.

 

Hace tiempo que vengo tratando de inculcar que tanto la política como el capitalismo encestan nuevos modos de representación y gestión.

 

En el caso de estas dos empresas (me refiero al sistema capitalista), debería haberse intentado instaurar un nuevo tipo de gestión participativa que al mismo tiempo debía contribuir a  fomentar la responsabilidad personal en el trabajo diario, en la toma de decisiones y en el afecto puesto en la tarea que a cada uno le toca desempeñar.

 

Con respecto a esto último recordemos que fue ese capital intangible  que supo generar Willy Reynal en Austral y es el que le permitió existir hasta el día de hoy. Austral pudo superar crisis muy complicadas porque su personal se sentía participe y responsable.

 

Sin embargo se mantuvo cierta hosquedad en la gestión, como leí en un medio electrónico, lo que es causa de una situación de conflicto latente que se manifiesta y perjudica a todos por la causa más baladí.

 

Esa eventual transformación en la gestión quizás podría haber convertido a los costos hundidos, por lo menos una parte, en un beneficio y ejemplo para la sociedad.
Aun se está a tiempo para promover ese cambio necesario  que exige el capitalismo moderno, pero no advierto en el gobierno inteligencia y audacia para ello.

 

Aclaro que en el concepto de gobierno incluyo al oficialismo y a la oposición.


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