por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Días pasados me explicaron como funciona la tecnología “Blockchain”, confieso que entendí muy poco, pero no me quedó duda alguna en el sentido que estamos en presencia de un medio tecnológico que cambiará la relación comercial conocida hasta ahora y los contratos llamados de “distribución” como los conocemos sufrirán profundas modificaciones o incluso podrían convertirse en letra muerta.
Parecería que esta aplicación (locktrip) se está desarrollando en el comercio de la hotelería lo que estaría por generar el fin de las OTA cuyas comisiones si bien son variables, llegarían al 30% del valor de cada reserva efectuada, sin perjuicio de los condicionamientos que suelen imponer en cuanto a precios mínimos, práctica que el Tribunal de la Unión europea está poniendo limites por considerar que violan la libertad de comerciar.
Mediante esta aplicación el pago se hace en LOC, una moneda encriptada y la venta es directa, no hay intermediación alguna…bueno salvo la de la aplicación ¿No…? (porque la aplicación no hace este trabajo de modo gratuito…)
¿Habrá llegado el fin de las OTA? Según el portal www.preferente.com ya cien mil hoteles de las cadenas más conocidas ya están disponibles con precios en LOC, valor que equivale a U$s 1,37.
En cierto modo intermediario mata intermediario. Me imagino que cada hotel confirmaría la reserva luego de recibir el pago por parte de la aplicación.
Es obvio que esta tecnología se expandirá a todo el comercio, se me ocurre que podrían usarla en breve tiempo las terminales de automóviles para vender de modo directo sus diferentes modelos y lo que conocemos como “concesionarias” pasarían a ser meros centros técnicos de servicios post venta. Obviamente los precios de venta eliminarían un rubro, el gasto de comercialización y le darían mayor seguridad al consumidor ya que en general las terminales no se hacen cargo de los incumplimientos de sus concesionarios.
No se si esta aplicación tendría recepción en el transporte aéreo ya que quien asumiría el rol de “intermediario” es el que cobra y paga y ello implicaría sumar un nuevo riesgo económico.
Hablando de transporte aéreo, parecería que se va en línea directa a una mayor concentración empresaria como modo para racionalizar la oferta y especialmente para comenzar a moderar la guerra de tarifas.
El caso de Norwegian es un ejemplo, apenas se supo que el IAG estaría por lanzar una OPA, otros grupos desmintieron tener interés en competir en la compra de la low cost.
Por ahora las versiones sirvieron para hacer subir el precio de sus acciones, obviamente se trata de una subida especulativa pero una detenida observación de sus números nos lleva al convencimiento que la venta es inevitable.
Norwegian está atravesando un periodo de crisis que nos va planteando un interrogante que últimamente intento responder Germán Efromovich, el low costo, no existe como tal, pero parecería que las empresas que se refugiaron en esa modalidad marketinera, comienzan a generar dudas y nos llevan a una conclusión, toda empresa es un negocio económico con el nivel de riesgo que ello implica.
Ahora bien cuando se quiere convertir un negocio económico en un negocio financiero, como es el llamado “low cost” el riesgo se multiplica aunque en lo inmediato rinda buenos dividendos, la cosa es que afecta al resto del transporte aéreo, ya que de aviones estamos hablando.
En economía no existe ni el “low cost” ni el “High cost”, existe el precio que la gente está dispuesta a pagar.
Por ese emotivo hay bienes y servicios que ingresan y salen del mercado o que tienen su estacionaldiad.
Portal de América