por Luis alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Buceando en la página web del INDEC encontramos un cuadro que describe el “Gasto de consumo de los hogares por decil de ingreso neto mensual per cápita, según finalidad del gasto. Total del país. Años 2012-2013”, aclaro que no encontré uno más reciente, pero me pareció que ese cuadro sirve como referencia.

Ese cuadro demuestra que el promedio del gasto en alimentos y bebidas es del 33,2%, resultando que el primer decil destina el 45,3% del ingreso a ese fin, contra un 24% del décimo decil.

En  servicios de enseñanza el promedio general es de 2,9% del total del gasto, pero se observa que el primer decil destina 2,4% de su ingreso contra el 3,1% del último decil, si bien es necesario tener en cuenta que en números reales los montos/base son diferentes, ya que para el primer decil el ingreso promedio era de $ 1862,00 al tercer trimestre de 2017, contra $ 32.495,00 del décimo decil. Ello demostraría un mayor esfuerzo en términos proporcionales de los sectores más pobres. Además cabria suponer que ese gasto se refiere a los servicios de educación privada.

Luego de esta breve generalización que tiene por finalidad ubicar al lector en nuestra realidad, veamos los números referidos al turismo.

El promedio del ingreso destinado a gastos de turismo es de 1,6% de su total y se distribuye del siguiente modo desde el decil uno al diez: 0,1; 0,4; 0,3; 0,6; 0,7; 1.00; 1,9; 2,1 y 4,1 respectivamente.

Viene al caso las referencias al gasto destinado al transporte urbano y suburbano que obviamente no corresponde al transporte relacionado con el turismo.
La proporción es la siguiente partiendo del decil uno al diez: 12,5; 14,7; 17,5; 17,2; 18,4; 19,6; 19,7; 19,7; 19; 6 y 20,4 respectivamente.

Ello significa que el 51% del ingreso total se destina a alimentación y transporte. Ahora bien, en el decil 10 esos dos rubros representan el 44% del ingreso, por el contrario en los deciles más bajos, tomamos del 1 al 6, el promedio seria de alrededor del 55%.

Según el INDEC en el tercer trimestre de 2017 los deciles 7 a 10 acapararon el 59,9 del ingreso total es decir $ 145.422.138,00 (en miles).
Guillermo Oliveto en el diario La Nación estimó que para este fin de semana larguísimo (cinco días/cuatro noches) viajaron alrededor de 2.170.000 personas que generarían un impacto económico de $ 6.200 millones.

La cantidad de personas seria alrededor del 8% del total estimado por el INDEC para elaborar el cuadro indicado en el copete, un total de 27.412,594.
El gasto estimado en este fin de semana que tuvo un máximo de cuatro noches equivale al 3% del total de las remuneraciones mensuales correspondientes a los deciles 8 a 10.

Si bien hemos usado como referencia una estadística del año 2012/13 para estimar el destino del gasto salarial, daría una primera impresión que el universo de personas que pueden hacer uso de estos feriados son alrededor de 5 millones de personas.

Si se estima una recurrencia de 3/4 viajes/persona/año que es la estimación de Aerolíneas Argentinas si la trasladáramos al turismo el mercado de Turismo local seria del 5/7 millones de personas que obviamente viajan más de una vez al año.

En 2015, según un cuadro estadístico del Ministerio de turismo un 70% de personas de entre 19 y 65 años de edad manifestaron que no viajaron por falta de dinero. No parecería que en ese lapso esta proporción se hubiera alterado.

Es obvio que el turismo es una actividad que genera ingresos, pero no parece fácil que ese 70% que en 2015 declaró no poder hacer turismo por carecer de dinero, pueda bajarse fácilmente.

En ese 70% probablemente una gran mayoría exceda el piso salarial que indica el piso de la pobreza, pero no poder hacer turismo, hoy día, es un signo de pobreza.

Parecería ser que el gobierno debería ordenar sus prioridades porque con estos números daría la impresión que estamos muy lejos del óptimo de Pareto o el principio de la eficacia que describió John Rawls.

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