Declaraciones desafortunadas que descalifican
Jueves, 18 Enero 2018 13:16

Declaraciones desafortunadas que descalifican

“…Yo no lo veo así. Es más, la gran mayoría de los dirigentes gremiales están absolutamente compenetrados con los intereses de sus trabajadores. Obviamente, la empresa tiene varios intervinientes; uno muy importante es el dueño de la empresa, que es el que pone la plata, en este caso los argentinos. Ese también tiene que hablar, y lo hace a través de la gerencia, porque las empresas de autogestión no son las que perduraron más en el tiempo, ¿no? Porque se confunden los roles. Cuando el dirigente gremial asume el rol de gestor de la empresa, es donde se pierde esa riqueza de la contradicción, la empresa se vuelve débil y generalmente muere. Estas paritarias fueron negociaciones largas y duras, pero cuando trabajé en Arabia Saudita me dijeron: “una buena negociación es aquella en la que las dos partes quedan igualmente enojadas”. Espero que los gremios hayan quedado enojados, porque nosotros quedamos muy enojados con esta negociación, con lo cual, espero que termine siendo buena para seguir adelante mirando un futuro que yo lo veo muy auspicioso….”. Mensajeroweb

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por Luis alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

 

El Señor Mario Dell’Acqua  en estas declaraciones demuestra no estar a la altura de los tiempos, pese a ser presidente de una empresa de transporte aéreo, un nivel autorreferencial que me resulta intolerable y y sus referencias a la experiencia recogida en Techin como si se tratara de una empresa maestra.

 

Comencemos por el copete de esta nota. Es cierto que quien “…pone la plata…” tiene que hablar en una negociación paritaria, ya que el capital es una condición necesaria, pero no suficiente para fundar y hacer funcionar una empresa. El tono de la expresión nos lleva a los comienzos de los procesos de industrialización donde solo el capital ”mandaba”. El personal también tiene derecho hablar, ya que constituye otra condición necesaria, pero tampoco suficiente para que una empresa funcione. El trabajo es también una suerte de capital pero de naturaleza humana, donde además debe respetarse su dignidad y su valor, palabras que no deben tomarse en orden lexicográfico.

 

En cuanto a los sistemas de autogestión, es cierto que algunos funcionaron y otros no, pero en el caso de Aerolíneas Argentinas y Austral, no se trata de proponer un sistema de autogestión, sino de participación en la dirección de representantes idóneos del personal, para lo cual hay que iniciar un proceso de docencia para preparar a la gente para esa función y luego seleccionar a los mejores, cosa que no ocurre con la elección de los dirigentes de la empresa.

 

El propio Dell’Acqua carece de antecedentes en el transporte aéreo, y cuando ingresó a la empresa declaró más o menos que era un negocio que no conocía.

 

Con relación al copete, luego dice que de hecho es una virtud terminar una negociación con las partes “enojadas”, y para poner énfasis en esa lamentable afirmación pone como referencia a Arabia Saudita, país que  jamás usaría como referencia o ejemplo. Otra vez este señor más que bajo vuela debajo de la tierra.

 

En ese reportaje disponible también en Aero Latin News, se pueden leer otras afirmaciones irrespetuosas para el pasado de la empresa y para quienes ocupamos funciones de responsabilidad.

 

Dice el señor Dell’Acqua: “…Esa es una gran contribución que hizo el ministro de Transporte. Y nosotros haciendo cosas como el Hub de Córdoba, algo lógico, pero que nunca antes se había hecho…”

 

Le informo que el suscripto merced a una idea y el trabajo del Señor Eugenio Negre, lamentablemente fallecido, y el “gallego” Garcia Lemos, armamos el “HUB Córdoba” en 1984 que conectaba esa ciudad con varias del interior sin pasar por Buenos aires. En las épocas estivales se conectaban destinos turísticos entre ciudades del interior como Tucumán, Córdoba, Mendoza. El único fracaso que tuvimos fue el intento de conectar Mar del Plata con Punta del Este, experiencia que fracasó por falta de pasajeros, como ocurrió con otro vuelo que vinculaba San Carlos de Bariloche con Mar del Plata.

 

Ese programa de “hub” del interior tenía previsto otro en Neuquén, que cuando fui despedido se desactivó.

 

En cuanto a los sistemas de comercialización y ventas directos, más de una vez dije que con los medios disponibles fue otro intento que hicimos en 1984, para bajar las ventas indirectas cuyo costo era casi confiscatorio. Una vez más recuerdo que Willy Reynal ese mismo año, me dijo que la comercialización la modificaría la tecnología en los próximos 20 años y tuvo razón. No era necesario recurrir al presidente de Copa, una persona que realmente sabe de este negocio para descubrir una obviedad que ya estuvo en carpeta, reitero en 1984.

 

Tampoco el Señor Dell’Acqua demostró tener un panorama político del transporte aéreo que es la “soledad de Aerolíneas Argentinas”, ya que la tendencia parecen ser las “JBA” y de las reformas que debería impulsar el estado.

 

Confío que el Señor Abbot Reynal, apellido ilustre legendario en nuestro transporte aéreo, realmente sepa estar y conducir a la empresa a la altura de nuestro tiempo.

 

Portal de América

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