por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
La RAM es una agrupación violenta emparentada con la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) chilena que pretende la liberación de la nación Mapuche y lograr un territorio propio autónomo.
La violencia RAM se expresa de varias formas, sus integrantes ocultan su rostro, están armados con armas primitivas y de fuego, han sido autores de diversos atentados contra propiedades ajenas privadas y del estado, contra explotaciones petroleras, y lo más grave, han impedido al estado argentino realizar actos propios de un estado soberano, impidiendo el paso de fuerzas policiales y la acción del Poder Judicial.
No cabe duda que sus acciones no solo son ilícitas sino sediciosas y tienen un fin claramente subversivo.
Este tipo de acciones violentas se viene intensificando y ha comenzado a generar temores de que impacte negativamente en el turismo, tanto propio como extranjero en esas bellas zonas de la Patagonia ubicadas en las provincias de Rio Negro y Chubut.
Una propia explotación mapuche de un camping ubicado en la zona del lago Mascardi, temía verse afectada por los hechos que están ocurriendo actualmente en el Parque Nacional Nahuel Huapi y los que se vienen intensificando en los últimos meses, más los enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y los militantes encapuchados del RAM.
Es obvio que el turista es cobarde y es absolutamente entendible, ya que la práctica del “ocio” exige condiciones de seguridad mínima, cuya existencia esta puesta en tela de juicio.
El afán separatista de Cataluña, que no llegó a hechos de violencia, como los ocurridos en nuestro Sur Oeste, afectó no solo la economía sino el turismo, que disminuyó radicalmente, ya que ningún turista realiza viajes de placer para comprarse problemas ajenos.
El Brexit le está costando ya a la población del Reino Unido alrededor de € 500 millones por año, según estudios hechos por especialistas económicos, y muchos creen que también afectará a los flujos turísticos.
A la Argentina estos hechos le caen en mal momento, justo cuando la balanza turística, como ya lo dijimos en una nota anterior, tiene un déficit que al 31 de diciembre podría llegar a los U$S diez mil millones. Además, es probable que corrientes internas se desvíen a otros destinos más calmos. Tengamos en cuenta los beneficios económicos que ofrece Mar del Plata, lo que parecería están teniendo buena recepción por parte de la gente.
Por otra parte Mar del Plata contará con buena conectividad aérea directa con varias ciudades del interior, lo que también facilitará la llegada de turismo interno.
Paradójicamente, la RAM podría lograr uno de sus objetivos, alejar el turismo de la zona que está bajo su influencia.
Justo ayer me decía un enamorado de esa región que el mes pasado en dos oportunidades, supuestos “mapuches” le exigieron el pago de peajes para poder circular con su auto en la zona del Correntoso en las cercanías de Villa la Angostura y en la zona del lago Puelo a 20 Km al Sur de “El Bolsón”.
Las autoridades policiales le habrían dicho “no podemos hacer nada”.
Asi son las cosas.
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