por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos AiresNi el Juez de línea ni el árbitro del partido vieron la jugada y por lo tanto y en la duda que pudieron haber tenido ante los reclamos, optaron por no conceder el gol, es decir aplicaron el beneficio de la duda a favor del equipo que había sufrido el gol, es decir del perjudicado.
Luego se advirtió otro error en el partido ARGENTINA-MEXICO, el primer gol argentino marcado por Tévez, fue claramente obtenido en posición “fuera de juego”, no obstante fue convalidado por el árbitro, en este caso en medio de la duda se convalidó el gol, es decir el beneficio de la duda se aplicó en contra del equipo perjudicado.
Obviamente se trata de dos casos diferentes. En el primero se trataba de verificar si una pelota había ingresado en el arco en el otro ni más ni menos que la apreciación de una jugada.
A partir de esas dos jugadas que claramente incidieron en los resultados de los partidos se volvió a plantear la necesidad de recurrir a la tecnología para evitar que esos errores o en su caso la imposibilidad del árbitro de ver la jugada se repitan.
Sin entrar en la discusión entre la diferencia del “error” y la imposibilidad de ver la jugada, pienso que los reglamentos deberían darle la oportunidad al réferi de solicitar el auxilio tecnológico en determinados casos.
Uno de ellos debería ser para verificar la existencia del “gol” en los casos que la pelota apenas traspone la línea del arco y vuelve a la cancha.
También para verificar si la pelota salió de los límites del campo de juego en jugadas decisivas. Más de una vez se han producido goles luego que la pelota hubiera salido de los límites respectivos.
En este tipo de hechos la tecnología brinda el hecho real, como ocurrió.
Diferente es el caso cuando se deben apreciar jugadas, por ejemplo la existencia de un foul, de un penal o bien en la discutida infracción del “offside”. En estos casos las imágenes si bien nos brindan también una realidad, pero lo cierto es que la apreciación del árbitro sobre la jugada o la intencionalidad de los protagonistas es decisiva.
Si en estos casos se admitiera la evidencia tecnológica el referato ingresaría no sólo en una suerte de lecho de muerte sino que los partidos podrían ser interminables y se perdería la espontaneidad propia del deporte.
En fin esperemos que la FIFA modifique la reglamentación vigente determinando los casos específicos en los cuáles el árbitro podrá solicitar la evidencia dada por la tecnología.
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