por Eliseo Sequeira, desde Montevideo
Por ello, desde el ámbito público normalmente se dan cifras de cantidades de visitantes y gasto efectuado, incluyendo desglose por sector y destino. Pero desde el ámbito privado debe obtenerse información que permita contrastar con la oficial, y fundamentalmente, conocer hacia dentro de cada sector cómo repercute el número y gasto de los visitantes en el funcionamiento y rentabilidad de la industria.
Luego de haber publicado algunos resultados de observatorios turísticos uruguayos incipientes que en poco tiempo dejaron de brindar información, nos encontramos con el quinto número del Barómetro del Turismo Argentino de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín.
Esta es una publicación trimestral con información cualitativa que evalúa la percepción y opinión de expertos y profesionales del sector sobre la situación de la actividad en la República Argentina. De este modo, el Barómetro constituye una herramienta federal de análisis con información estratégica para la planificación y toma de decisiones en el sector turístico.
A su vez, siguiendo la metodología de la Organización Mundial del Turismo (OMT, Naciones Unidas), el Índice de Confianza en Turismo de la Escuela de Economía y Negocios se basa en los resultados de la encuesta realizada a expertos y profesionales del sector público, privado y académico del turismo en la República Argentina.
Las respuestas provienen de las diferentes actividades que componen la cadena de valor del sector, incluyendo alojamiento, agencias de viaje y tour operadores, transporte, gastronomía, excursiones, organizadores de congresos y eventos, rentadoras de vehículos, organismos oficiales de turismo, instituciones educativas, entre otras.
El objetivo del Índice es mostrar de una manera visual y sencilla las percepciones de los profesionales sobre la evolución del turismo en su destino o empresa, durante un trimestre determinado y su comparación con el mismo trimestre del año anterior.
Analizando los cinco números, lo primero que pudimos observar es que se ha producido un decantamiento en el número de informantes, y un progresivo aprendizaje de éstos que se observa en la reducción de la diferencia entre los índices de confianza de expectativas (antes) y evaluación (después) de cada trimestre.
Seguiremos analizando la herramienta, cuyos resultados cualitativos en principio no son contrastables con las cifras oficiales, que son cuantitativas. Pero entendemos que como toda herramienta, se debe llegar a encontrar el punto de complementariedad que sirva a todos los implicados en el sector.
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