por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

El destino en cuestión era Ushuaia promocionando su próxima temporada de esquí. Dos cosas rescaté de la presentación. Una de ellas, su calidad y el aporte de elementos que marcan sus Centros de Esquí, al punto que en el último campeonato, de los 47 ganadores de medallas, 28 habían practicado en ellos.

Lo otro destacable, es que han implementado una "tarjeta de beneficios" con la que se obtienen descuentos y otros beneficios en casi 100 comercios de la ciudad. Lo interesante es que la misma sólo es entregada a viajeros que hagan sus reservas a través de una agencia de viajes. Por lo tanto, es una verdadera herramienta de fidelización de los clientes.

Finalizada la presentación, un agente de viajes de una mayorista comunicó que pese a versiones en contrario, quedaban lugares en las próximas salidas. Consultado el mismo sobre los alcances de sus palabras, nos comentó que la bajada de ventas en Brasil y Uruguay había llevado a la gente de Ushuaia a adelantar el viaje promocional que pensaban hacer en setiembre.

El sábado, en el almuerzo de camadería posterior a la Asamblea anual ordinaria del Clube Brasileiro, una socia me comentaba sus peripecias relativas a su próxima ida a Bariloche con su hija. Cuando averiguó por primera vez los precios del pasaje, le pidieron U$S 500 y poco por cada una. Unos días después, al intentar efectivizar la compra, habían subido a U$S 700 y algo. Consultada las agencias (había consultado en dos para comparar) sobre los motivos de la suba, le habrían contestado que debido a la disminución de los lugares disponibles.

La señora, acostumbrada a viajar, rápidamente hizo la consulta web del tramo Buenos Aires-Bariloche-Buenos Aires, y adquirió los dos boletos por U$S 560. Completa el viaje con dos pasajes fluviales Montevideo-Buenos Aires-Montevideo (dependiendo de la compañía y del tipo de boleto, entre U$S 100 y U$S 200 más). Resultado, el mismo viaje le sale la mitad.

¿Causas o razones por las que ocurrió esto? Estoy seguro que las hay, o por lo menos los agentes de viajes ntentarían explicarmelas. Una de ellas, atendiendo a la información anterior, es que los uruguayos amantes de la nieve están buscanco destinos más cercanos y económicos. Pero de nada sirven las explicaciones, si el resultado es el descripto: la pasajera terminó comprando por su cuenta y en otra plaza, y es probable que en el futuro vuelva a prescindir de la agencia de viajes. Y ello lleva a otra pregunta. ¿La combinación comprada por la señora, podría haber sido ofrecida por la agencia?

Los hechos me relevan de más comentarios.

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