Seguridad y salud son factores vitales del turismo
Domingo, 01 Febrero 2015 21:07

Seguridad y salud son factores vitales del turismo
Recientemente se puso en el tapete nuevamente el tema inseguridad con dos temas, uno provocado por delincuentes y el otro provocado por la naturaleza. En ambos casos debemos convivir con dichos problemas, por lo que nos pareció oportuno repasar los mismos y cómo atenuar su impacto.
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por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

Problemas humanos

Para el primero de los temas, nos hemos basado en el informe realizado por el periodista Felipe Gutierrez, para el diario Folha de São Paulo, titulado "Brasileiros são vítimas de furtos e roubos no Uruguai", así como información relacionada que nos suministrara.

Uno de los motivos señalados por las autoridades, es que el turista se siente más seguro en Uruguay y deja de tomar las precauciones que son comunes en las ciudades brasileras. Nosotros agregaríamos que esta actitud es similar en todos los turistas, cualquiera sea su nacionalidad, y el descuido puede llevar a ser víctima de hurto por parte de un oportunista en Montevideo, San Pablo o Miami.

Además, se señala que los robos aumentaron en el Uruguay no sólo para los turistas. Según la OEA, la tasa de robos en el Uruguay en 2012 fue de 454 cada 100.000 habitantes, en tanto que en Brasil fue levemente superior, 487. Ello significa que no estamos ni mejor ni peor. ¿Y con los demás, cómo estamos? Eso lo puede el calcular el interesado. La información está disponible el el Observatorio Hemisférico de Seguridad de la OEA. Pero lo fundamental es no bajar la guardia cuando se sale de su país de origen, cualquiera sea el país visitado.

Finalmente, al haber más brasileros visitando Uruguay, por una cuestión de números habrá más víctimas de hurto. Los datos son elocuentes. Mientras que entre julio y noviembre,  fueron otorgadas 69 autorizaciones de retorno (lo cual hace un promedio 13 por mes),  en diciembre se otorgaron 29 y en la primera mitad de enero, 33. El problema es que los hurtos son mucho más, y no afectan sólo a los brasileros. Esas víctimas pasan a generar una publicidad negativa para todo el país. Por ello debemos pensar qué puede ser más negativo, avisarle a un transeunte que está asumiendo una actitud de riesgo frente a oportunistas, o mirar para otro lado y dejar que las cosas sucedan.

La naturaleza en contra

El otro problema se suscitó a raiz de la acción de la bacteria Vibrio Vulnificus en la costa del departamento de Maldonado. Esta bacteria, como tantos otros microorganismos, cohabitan con el resto de los seres vivos. Ésta lo hace en el mar, otros en los alimentos, la piel o aún el tracto digestivo del ser humano. Y como tantos, bajo ciertas condiciones ambientales y de baja de las defensas, pueden afectar en mayor o menor medida la salud de las personas.

No vamos a abundar en las razones que pueden acarrear una baja de las defensas: heridas, alimentación inadecuada, el estar incubando o estar convaleciente de cualquier trtastorno de la salud, o hasta el estrés o el cansancio físico extremo.

En cuanto a los factores ambientales, la temperatura y la disponibilidad de alimento son los principales factores que influyen en la proliferación de todos los seres vivos, y en especial de los microorganismos. Y si éstos son potencialmente patógenos, hay una concentración límite ante la cual el organismo humano mantiene su posibilidad de defensa. Una concentración superior seguramente va a afectar, primero a los más debilitados, pero potencialmente todos podrían ser afectados si no toman las debidas precauciones, particulares para cada tipo de microorganismo.

Y en esta oportunidad ocurrió que la corriente cálida del Brasil está bañando las costas oceánicas uruguayas, determinando temperaturas del mar varios grados Celcius mayores que las habituales, transformando así el agua frente a nuestras costas en un verdadero caldo de cultivo. ¿Y la corriente fría de las Malvinas, que tantas veces hace tiritar a nuestros bañistas? Débil y alejada.

Y si no, vean la imagen de la NOAA del pasado 31 de enero, donde se puede apreciar la temperatura de la superficie del océano. Mientras en nuestras costas oceánicas la temperatura anda entre los 22 y 24ºC, las aguas más frías (por debajo de los 20ºC)  logran acercarse a unos cientos de kilómetros de la costa, y lejos puede apreciarse la corriente de las Malvinas (marcada por el color azul y celeste paralelo a la costa argentina).

Entonces, para el caso específico de la bacteria Vibrio Vulnificus, conviene seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública. Y si quiere estar más seguro, espere a que baje la temperatura superficial del océano. En caso que quiera bañarse en otras playas, observe cuidadosamente la imagen, donde se aprecia que las aguas de la costa atlántica son cada vez más cálidas en tanto nos movemos hacia el norte...





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