Libertad de información, pero con sentido común
Jueves, 27 Marzo 2014 11:25

Libertad de información, pero con sentido común
El caso del vuelo MH370 de Malaysia Airlines volvió a dejar al descubierto cómo en este mundo hiperconectado, el derecho a la información muchas veces colide con el derecho de las personas a mantener sus acciones personales y sus sentimientos en la más estricta reserva, en tanto no afecten a terceros.
TSTT-1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
Mintur verano 1250x115
CIFFT 1250x115
Arapey 1250x115

por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

Ya desde el inicio, el portal digital especializado Aviación Digital Global señalaba cómo se venían dando las informaciones, explicando que "La correcta o no forma de presentar los datos que se van conociendo, de forma objetiva, y  la tardanza en explicar la falta de noticias sobre el hallazgo de la aeronave, acrecientan el dolor, la angustia y la desesperación. Los medios evidentemente tienen su papel, su rol. De ahí que la especulación mediática, sea infinitamente más dolorosa para los afectados que la propia escasez de datos y hechos factuales."

La experiencia nos indica que son varias las razones que llevan a esta situación:

* La falta de información hace que los voceros oficiales no tengan elementos para hacer frente a la prensa

* La necesidad de informar de la prensa les hace buscar fuentes alternativas, las llamadas (e innominadas) "fuentes bien informadas" las cuales terminan dando una mezcla de datos ciertos, conjeturas y opiniones, que tanto puede acercarse a la realidad como estar en sus antípodas

* La necesidad de figuración de algunos con veleidades de "expertos", que ven en este tipo de situaciones la oportunidad de obtener algo de atención, que incluso confunden con publicidad gratis.

Algún medio regional  fue más allá, destacando conductas que se estaban dando, como la desinformación, el informar sin noticias y la imaginación desatada, involucrando en cada una de ellas a uno o más medios del mundo, muchos ellos de renombre.

Aquí ya las culpas pasan a ser exclusivamente de los medios y los periodistas que incurren en estas prácticas, donde el respeto a los demás cede al considerarse a la información una mercancía, y se titulan las noticias de tal manera que el sensacionalismo prima sobre los hechos para un mejor posicionamiento en los buscadores de información.

Y lo peor fue ver cómo los camarógrafos hacían oídos sordos a los pedidos de los parientes de los pasajeros clamando por su privacidad, llegando a provocar reacciones violentas de varios de ellos. Y dichas imágenes, a pesar de la negativa a ser filmados, recorrieron el mundo. ¿Dónde quedaron los derechos de las víctimas?

Nosotros, como todos los periodistas del mundo, somos fieles defensores del derecho a la libertad de información y de expresión. Pero no de cualquier modo, porque los derechos de cada uno terminan donde comienzan los derechos de los demás.

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.