por Eliseo Sequeira desde Montevideo

Entre los efectos comprobados del Cambio Climático se encuentra el aumento del nivel del mar. Para el turismo de costa, esto implica varios riesgos directos e indirectos. muchos de los cuales afectarán también a la población en general.Cabe señalar que estos riesgos no son inmediatos, sino que se irán intensificando con el paso de los años, salvo que haya un accionar enérgico para revertir este proceso.

En forma directa podemos mencionar la pérdida de superficie de playas y la afectación de la capacidad operativa de las terminales portuarias. Entre los efectos indirectos se pueden mencionar el deterioro de la capacidad operativa del sistema de saneamiento y el aumento de salinidad de los acuíferos costeros. Todos estos efectos admiten medidas de atenuación y adaptación, que en general deberán ser implementadas por el Estado y apoyadas por los particulares.

En este sentido, el MVOTMA ya ha elaborado los lineamientos de ordenamiento territorial del espacio costero, que incluye las condiciones de uso, especifica los componentes vulnerables y determina el monitoreo, coordinación interinstitucional y reversión de las alteraciones que se hayan producido. Todos aquellos que tengan actividades relacionadas con el uso del espacio costero deberían interiorizarse de qué tanto los alcanzan.

En el corto plazo (uno a cinco años), en general no deberían esperarse grandes cambios en el uso de la faja costera, más allá de las limitaciones ya existentes, principalmente en lo que se refiere a las construcciones. Sin embargo, en aquellas zonas altamente inestables, y por lo tanto más vulnerables a los efectos de los fenómenos atmosféricos, se producirá una progresiva limitación de su uso, y por lo tanto del ingreso de turistas. Ello se refiere a la cantidad de personas que puedan transitar en un día, lo que hace que la opción de adaptación más lógica es procurar extender la temporada turística para esa locación.

Cómo hacerlo dependerá de la ecuación costo-beneficio que se tenga para la operativa, y la capacidad de generar "paquetes" de servicios que atraigan al turista (nacional o extranjero) más alla de los efectos de los fenómenos atmosféricos.

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