por Eliseo Sequeira desde MontevideoLuego de ese lamentable día, hubo muchas suposiciones y poca información fehaciente. Incluso algún programa de televisión específico sobre el tema, dejó planeando la idea de que la culpa de todo era de los funcionarios. De la investigación oficial, ni hablemos, pero era previsible. Cuando en un organismo técnico del Estado pasan a primar los intereses personales y no los funcionales, y es dirigido por una persona que no tiene conciencia de la importancia de un buen servicio para los intereses de los ciudadanos, sucede la desestructuración que sufrió la Dirección Nacional de Meteorología. El mayor vicio en que se incurrió, es que en la era de la comunicación, pretendieron ser los dueños exclusivos de la información meteorológica, y se olvidaron del hecho que los verdaderos dueños somos los habitantes de este país.
Alli le dieron la difícil tarea de recomponer a este organismo, al Brig. Gral. (R) Ariel Pérez Rivella, hombre de la Fuerza Aérea y con fuertes vinculaciones al área académica, específicamente al grupo del Instituto de Mecánica de los Fluídos y la Atmósfera de la Facultad de Ingeniería. Hizo lo que tenía que hacer, y lo prioritario era el servicio del día a día, hora a hora, al público y a la aviación comercial.
Ahora, cambio de gobierno y cambio de posta. Toca el turno de bajar a tierra. Y eligieron al Ing. Agr. Rodolfo Pedocchi, ex funcionario de la DNM y al frente de la Cátedra de Agrometeorología de la Facultad de Agronomía. Habrá que estar a la espectativa de su tarea, y desearle desde ya suerte.
El tiempo dirá si algo cambió, y con qué rumbo.
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