por Damián Argul, desde Carrasco, Uruguay

Definimos la estacionalidad como la concentración de llegada de viajeros en distintos periodos que se repiten anualmente, cíclicamente en períodos menores a un año.
 
La palabra estacionalidad alude a las estaciones: verano, otoño, invierno y primavera, o sea que está muy ligada con el clima y por consecuencia con las vacaciones tradicionales.

Cambios que están llegando

Es conveniente estar atentos al llamado “cambio climático” que puede producir distintos tipos de variaciones.  Por ejemplo las aguas del Mar Mediterráneo han aumentado 2° grados la temperatura posibilitando más días de playa, especialmente en los períodos entre la alta y baja temporada ( Shoulder season).

Más significativo es el cambio en la duración de las vacaciones, ya que   este se ha venido acortando en los últimos tiempos y cambiará más aún.

Otro factor lo constituye la creciente advertencia sobre el peligro de tomar sol en exceso, lo que ya está modificando hábitos de los veraneantes y cambiarán más dramáticamente aún.

Las vacaciones de 30 o más días en las ciudades resorts  del Cono Sur ya son cosas del pasado. Hoy los promedios de estada del turista de sol y playa, oscila entre los 5 y 7 días- un dato que hay que tomar con reservas como todo promedio- pero muy cercano a la realidad.

Otro dato importante es el de las escapadas o “city breaks”, una tendencia que crece al influjo de las aerolíneas “low cost”. Inés Fernández Tueta en Hablemos de Turismo la define como “El  fin de semana del siglo XXI, cada vez más de moda, el city break es un viaje corto a alguna ciudad con atractivos turísticos que dura de 3 a 5 días.”

El problema es que no todas las ciudades resorts parecen haberse dado cuenta de estos cambios.

Si por las razones apuntadas o por la simple razón del ritmo de vida actual, ya la gente parece no querer o no poder tirarse dos semanas al sol, entonces es necesario introducir cambios en la oferta turística de los destinos.

Buscar nuevos atractivos

Los atractivos más buscados son:
-    Bellezas naturales
-    Competencias
-    Compras
-    Eventos
-    Gastronomía
-    Patrimonio Cultural
-    Vida Nocturna
Los enumeramos en orden alfabético ya que varían según el destino y el mercado emisor.

Los eventos

Se constituyen en un  gran movilizador de turismo,  que no  depende de ninguna condición preexistente ni de grandes inversiones iniciales.  Con voluntad, habilidad e inteligencia para llevarlos a cabo basta. Son ejemplo el Festival de Cine de Cannes y Art Basel Miami.

Los eventos  se pueden dividir en cinco categorías principales:
-    Competencias
-    Congresos
-    Espectáculos
-    Ferias
-    Festivales

Los Congresos  por lo general son organizados por distintos tipos de instituciones que designan sedes en forma rotativa, para lo cual los destinos deben cumplir ciertos requisitos de infraestructura y otras exigencias de los organizadores.

Cabe señalar que  los distintos  rankings de ciudades receptoras de congresos indican claramente que las  que más  congresos reciben son aquellas que más atractivos ofrecen.

Competencias, Festivales, Ferias y Espectáculos son iniciativa y organizados por los destinos, y por eso a ellos deben consagrar el máximo esfuerzo.

Calendario Anual de Eventos

Lo primero es realizar una planificación anual colocando en   los eventos ya establecidos como Carnaval, Semana Santa, Halloween, San Valentín, Llegada de ballenas, Navidad y Fin de Año, etc..

Considerar  los períodos vacacionales y los feriados largos de los grandes mercados emisores.  Por ejemplo, en fechas generalmente coincidentes de setiembre, Chile celebra sus Fiestas Patrias, Uruguay la Semana de Primavera y unos días antes el Día de la Independencia en Brasil.

Establecer luego otros eventos de posible realización. Ubicarlos en forma estratégica de manera que coincidan con la pre y post temporada aprovechando las condiciones de clima más favorables.

En el resto del año evitar la realización “perlada” de pequeños eventos que poco contribuyen al movimiento general.

Hay que tener en cuenta que atraer turismo a una época de muy  bajo movimiento puede resultar contraproducente, ya que a los turistas no les gusta ver las ciudades vacías y sin movimiento, e incluso les da temor de transitar por calles desiertas. Hay que evitar lo que nuestro   amigo el Dr. Peter Tarlow llama la “tristeza de la baja temporada” refiriéndose a las ciudades que se llenan los fines de semana y están vacías el resto de la semana.

Por esa razón es muy importante lo que señalamos en nuestra primera nota de esta serie refiriéndonos a Miami y los meses temáticos, cada mes un tema alrededor del cual se organizan distintas actividades.

A modo de prototipo

Aunque no es nuestra costumbre lanzar ideas sin el estudio correspondiente, proponemos analizar el siguiente plan:
- Elegir un “mes del cine” en el que  se concentrenlas distintas propuestas que se realizan en forma independiente organizándolas en forma simultánea o separada, con pequeños  intervalos, de manera de crear un clima de atención, en el que los distintos involucrados- auspiciantes,   servicios y medios de comunicación-   funcionando a pleno lograrían efectos muy beneficiosos
- Unificando públicos con intereses similares, ofreciendo actividades comunes – exposiciones, charlas – y logrando la necesaria sinergia que se desperdicia cuando se realizan en forma aislada.

La duración de los eventos debe ser extensa, sin perjuicio de tener un núcleo fuerte central. La Marathón de Nueva York no dura solo las horas de la competencia, sino que se habla de la Semana de la Marathon.

El Festival de Jazz de Montreux dura quince días.

Finalmente

Estudiar el Calendario Anual con un examen FODA a fondo, y luego apostar al mismo sabiendo que estas iniciativas llevan un   período de tiempo para fortalecerse y crecer. El Consumer Electronic Show que se inició en Nueva York en l967 contó con 17500 asistentes, este año, en Las Vegas, registró 184.279.
 
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