Imprimir esta página

Miami y la estacionalidad
Viernes, 06 Octubre 2017 01:14

Miami y la estacionalidad

En nuestra anterior columna dedicada al Día Internacional del Turismo expresábamos que la Sustentabilidad del Turismo debía comenzar por hacer más duraderas las temporadas, en muchos destinos demasiado cortas, para asegurar un empleo de calidad, e inversiones que contribuyan a su desarrollo sostenible.

TSTT-1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
CIFFT 1250x115
Arapey 1250x115
Mintur verano 1250x115

 

 

por Damián Argul, desde Carrasco, Uruguay

 

Para que esto no quede como un simple enunciado, afirmamos hoy –cuando Alaska se posiciona como destino de invierno-, que esto es posible sin desconocer que da mucho trabajo.
Cuando hablamos de estacionalidad no podemos evitar referirnos a Miami, un destino al que hemos estado ligados comercialmente durante muchos años a partir de lo cual hacemos estos comentarios.
Empecemos diciendo que es un destino -como todos- con sus luces y sombras, que ha tenido sus vaivenes y afrontado no pocas dificultades como por ejemplo, el reciente huracán Irma.
En los años 60 era un destino de invierno (diciembre/abril), ya que por las elevadas temperaturas y tormentas tropicales el verano era baja temporada.
Su mercado era, básicamente, el público estadounidense que buscaba en la “soleada Florida” refugiarse de los rigores del invierno en el Norte, con un alto porcentaje de turistas de la tercera edad.  
En esa época muchos de los hoteles de Miami Beach –donde se concentraban la mayoría de ellos– cerraban sus puertas, -muchos sorpresivamente- o mantenían un mínimo de servicios, lo que  creaba serios inconvenientes a los operadores.
Fue en esa época que vimos el primer ejemplo de lucha contra la estacionalidad, el llamado “Show of Stars “. Se trataba de un grupo de siete hoteles que ofrecían un programa de actividades durante toda la semana, cada una en un hotel distinto y a los que accedían los clientes de todos los establecimientos del grupo. Así ofrecían un bingo, una reunión social con música, un ”splash party”, panchos junto a la piscina, búsqueda del tesoro y otras actividades similares. El programa era muy exitoso y entretenía a un turista “gasolero” que era la idea.
Una de las facetas más destacables del Show of Stars se constituía en el hecho que era simple, económico y  realizado enteramente por los empresarios privados. Muchas veces tratamos de aplicar esa idea en estas latitudes, pero siempre aparecieron pequeños e insuperables obstáculos que hicieron imposible su realización. De todos modos reiteramos el rol protagónico de los privados que sigue vigente.
Resumiendo, en aquellos años el turismo internacional no era nada significativo y provenía mayoritariamente de América Central y el Caribe. El mercado brasileño, hoy uno de sus principales clientes internacionales, no existía.


La oferta por cierto no era demasiado atractiva. Había falta de información orientada a los visitantes internacionales y escaso transporte público. Las mayores atracciones eran el Seaquarium, la playa y por supuesto, las compras.
En  los años 70 Miami Beach sufrió una enlentecimiento de los negocios, pero las iniciativas no decayeron y tuvieron un empuje en los años 80, cuando se revitalizó el distrito Art Deco una zona muy deprimida pero poseedora de una gran riqueza arquitectónica. Hoy ese distrito también conocido como South Beach es un centro de moda y nuevas tendencias, referencia mundial por su movida e ícono hípster por excelencia.


Fue en esa época que la compañía American Express lanzó el Festival del Nuevo Mundo, un evento dedicado a las artes escénicas. Su primera edición no tuvo el éxito esperado, pero igual se continuó con la idea de posicionar a Miami como un polo cultural llevando a cabo diversos emprendimientos, que incluyen desde equipos deportivos altamente competitivos, museos, nuevos barrios, e incluso la construcción de edificios de estacionamiento a cargo de grandes estudios de arquitectura .


Así se llegó a la primera Art Basel una de las más grandes exposiciones de arte contemporáneo, que recibe unos 80 mil visitantes y moviliza a toda la ciudad. La exposición se realiza a principios de diciembre, justo antes del inicio de la temporada alta que antiguamente comenzaba el 15 de diciembre.  
El dicho: “después de los artistas llegan los inversores” se ha logrado plenamente.
Ahora Miami está ofreciendo un programa en el que cada mes el esfuerzo se concentra en un tema distinto sea cine, gastronomía, música, deportes y bienestar. Una idea para que se aúnen los esfuerzos y aprovechar la sinergia de las distintas actividades, quizás en la línea del ya mencionado Show of Stars.
Hemos tratado de resumir  al máximo estas experiencias adquiridas a través de tantos años, consideradas valiosas a la hora de luchar contra la estacionalidad.
Cuando miramos las cifras de ocupación anual de la hotelería y su REVPAR no podemos menos que asombrarnos por los resultados obtenidos.
Es cierto que estamos observando un largo período de tiempo, pero también es cierto que muy pocos destinos han logrado en tiempo similar esos resultados.
No ignoramos que todos los destinos tienen fortalezas, oportunidades , desafíos y amenazas distintas, pero a escala, con esfuerzo y creatividad se pueden alcanzar muy buenos resultados.
Como la lucha contra la estacionalidad es un tema prioritario para todas las instituciones y empresas del turismo, oficiales y privadas, nos proponemos seguir dedicándole al tema la importancia que merece.

 

Portal de América