Disfrutar y proteger…conocer y aprender…participar y aportar…enriquecernos y cooperar…
Jueves, 06 Mayo 2010 02:51

El muy complejo proceso colectivo de diseñar o pensar un territorio con fines turísticos no siempre da como resultado un mejoramiento cualitativo del lugar.
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por Amiria Curbelo  desde Buenos Aires
La validez de las ideas y los ideales se constata en la gestión, incluso si los resultados no son exactamente exitosos como los propuestos.
 
Mi introducción alude a la importancia de PENSAR el turismo y HACER el turismo. Pretende impulsar la conciencia del riesgo del turismo masivo-no reflexivo, usurpador de los recursos e indiferente a las necesidades de la población.

Muchas veces confundimos el valor de la presencia del turista con el éxito del área en cuestión. Es más, creemos que vamos por el rumbo cierto y no damos lugar a la corrección en la línea de la gestión. Es posible, y ocurre normalmente, que cada uno de los empresarios inmobiliarios entienda diferente a los que piensan en el cuidado ambiental, o a quienes cuidan de la cultura, o a los artesanos, también del gobierno del país en cuestión. Y no es que piensen equivocadamente. Sino que lo que cada uno piensa debe conjugarse con todos los pensamientos y encontrar una línea común de gestión. En fin, lo que no se puede  es improvisar aisladamente, o por sectores; o actuar intuitivamente, o no actuar. Cualquiera de estas situaciones seguramente tiene un perdedor: la población residente.

Hay que ser convincente en las decisiones a tomar cuando se pretende que el Turismo sea motor de desarrollo de una región, zona, territorio, pueblo o ciudad. Es necesario diseñar, preservar y evaluar cuál es la gestión más adecuada a largo plazo.

•Cambiar convicciones por acciones
¿Y por qué hay que aplicar, por qué hay que traducir en acciones concretas nuestras propias convicciones?
Por qué hay que cuidar los paisajes, las áreas de valor natural o cultural, los lugares escenográficos, la flora y fauna, la estética ciudadana, etcétera. No podemos “matar a la gallinita de los huevos de oro”.

Porque las ideas valen si se traducen en un mejoramiento de la realidad social y económica de la población residente.
 
Referido a Uruguay, entiendo que en el propuesto Plan Nacional de Turismo Sostenible, hay una enorme cantidad de enunciados de valor, un valiosísimo aporte de opiniones de las comunidades locales, pero entiendo que harían falta algunos soportes técnicos que clarifiquen, clasifiquen y procesen la información recibida de las comunidades.

No tenemos que “crear los productos turísticos”, sino elaborarlos.  

Creo y entiendo que los planes locales o departamentales deben converger en planes mayores que aporten a la imagen “Uy natural” con más contenido de recursos locales que enriquezcan los aspectos rurales dejados de lado o minimizados por el MKT de “sol y playa”.   

Creo que hay que ir dando pasos claros y firmes para que en el 2020 puedan estar cumplidas todas o casi todas las aspiraciones y visiones percibidas en el 2009.

Los ejemplos latinoamericanos de Turismo Sostenible son los que prefiero. Costa Rica, país de avanzada en el tema, ha actualizado su sistema de Planificación Turística Integral en 3 niveles:
• Plan Nacional de Turismo,
• Planes Reguladores y
• Planes Generales de Uso del suelo…

Un ejemplo nacional que entra en mis meditaciones es el de Punta del Este. Tiene tantas virtudes o recursos, así como aspectos complicados para su desarrollo sostenible. Diría que estaríamos con luz amarilla si no corregimos algunos rumbos. Por ejem.: No podemos aspirar a tener “una ciudad como modelo en calidad de vida y sostenibilidad” si no partimos, hoy, de la aplicación y regulación de lo básico: planificación territorial, regulación de aguas (ríos, arroyos, mar y océano, aguas servidas y desechos de hoteles y casas particulares, etc), planes de redes cloacales, de consumo eléctrico y ahorro energético, preservación de los médanos costeros, entre otros,. Torres y torres….y más torres….no son augurios buenos para un plan sostenible. O en todo caso es un próspero desarrollo inmobiliario. Habría que contemplar otros aspectos y saber que “los extremos son peligrosos” también en el Turismo.

E insisto sobre la planificación que preserva y planifica el territorio en cuestión, cuya gestión, habla de cultura, de capacidad de carga, de público meta, de oferta-demanda, …. Nuestras idílicas playas o publicitadas seguridades….pueden volar hacia otros destinos. Eso sí, tenemos una ventaja competitiva natural, que nos ayuda a preservar: solamente hay gran número de visitantes dos meses al año aprox. En el resto del año se restablece el equilibrio de la naturaleza. Pero no ofrecemos propuestas que permitan mantener cierto nivel rentable de visitantes consumidores. 

 En fin, el modelo de gestión lo pienso más concreto, cierto,  realizable y sostenible para todas las regiones.
Sí estamos, por primera vez, teniendo planes turísticos o metas y visiones turísticas.

Entiendo que hay que perfeccionar el camino de la gestión real y concreta para acercarnos a una gestión sostenible.

Cuando expreso: gestión sostenible lo hago pensando en un  camino a recorrer por las instituciones públicas que directa o indirectamente están vinculadas al turismo y por las empresas privadas que prestan sus servicios turísticos.
     
Como Directora de Turismo de Tacuarembó, elaboré el Programa 2005-2010 de Turismo Rural  Comunitario para ese departamento, habiéndolo trabajado durante 2 años. Participamos activamente, en sus comienzos, de lo que es el Proyecto de las Quebradas del Norte que abarca Tacuarembó, Rivera, Artigas y Salto Oeste.

Los trabajos coordinados con instituciones locales y nacionales nos han permiten percibir frutos de la gestión en las comunidades locales y en el cuidado y conocimiento ambiental de esas poblaciones, que en definitiva, son tan importantes en el desarrollo de cualquier planificación de Turismo Sostenible.  

La percepción que tengo es que se visualizan los aspectos TANGIBLES del producto turístico. Mientras que los aspectos INTANGIBLES, aunque se perciben, no están incluidos en los modelos de gestión.
 
Podemos perder destinos turísticos por no tener en cuenta la importancia de la elaboración del Producto y la Planificación Sostenida. Podemos perder destinos por hacer sobrecarga de MKT sin medir las consecuencias ambientales, culturales y sociales.

En fin los riesgos son varios y podemos minimizarlos entusiasmados por la máquinaria del turismo MASIVO que irrumpe compulsivamente: a)en búsqueda de nuevos destinos (turistas líderes, pero que no mantienen fidelidad);b)por efecto de las publicidades; c)por las presiones de las grandes cadenas o consorcios internacionales ….y otros.

Pretendo ser clara: =defendiendo el futuro; hacemos mejor el presente. =No es limitarmos, sino que diseñamos un producto de calidad  sostenible.

La combinación de los servicios, de las actividades y de los placeres que le podemos proporcionar a un turista, tiene que planificarse adecuadamente para que su calidad sea sinónimo de estadías cada vez más prolongadas y satisfactorias por parte del turista y cada vez más beneficiosa para los residentes.

Todo producto turístico: nace, se desarrolla, crece y muere. Cuidar la calidad de nuestros destinos augura una larga vida.  


Portal de América

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