Un peso, un peso
Viernes, 31 Enero 2014 00:35

Un peso, un peso
¿Qué cuánto? dijo, entre asombro e indignación, una turista argentina cuando fue a pagar unos refrescos para ella y sus tres hijos
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por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento

Recuerdo, como seguramente todos, la dorada época de la paridad uno a uno de la Argentina de Menem. Un peso, un dólar.

Dorada para nosotros, recibiendo multitudes de turistas, para quienes todo era barato y en el peor de los casos, accesible.

Miami era la meca, pero Uruguay era el destino natural, aquí todo el sector servicios estaba de parabienes. Lo mismo había pasado una década atrás, cuando aquello de “el que apuesta al dólar pierde” y al final perdieron los otros, llevados por el quiebre de la tablita de Martinez de Hoz.

Como esa vez y al igual que toda cosa forzada, un día de golpe y porrazo se terminó el uno a uno, pasó a tres a uno, hasta que perdió por goleada en la crisis del “corralito”, que también nos empujó a nosotros.

Durante aquella bonanza, el viejo barrio Sur de Colonia se colmaba de turistas argentinos y tuvo el pico de visitas diarias. Aparecía una nueva folletería, de mejor diseño y calidad para promover negocios y lugares,  mientras el son del tambor alegraba el paseo.

Hoy está irrumpiendo otro uno a uno: por un peso argentino, uno nuestro. Y hay otro humor.

Por un almuerzo, un helado, alguna golosina o lo que fuera, pagan hasta el triple que  poco tiempo atrás, con precios que algo llamaban la atención aún a aquellos que vienen de fuera de la región y hacen una escapada a Colonia, para conocer al pueblo patrimonio cultural, ya Barrio Histórico.

En PDA se advirtió meses atrás el estado de emergencia turística, lo que algunos consideraron una exageración, incluso desde el sector privado, aunque fuera de éste que surgiera.

La realidad es que la cosa no pintaba bien, pero decirlo era complicado; lo seguro es que viendo los costos uruguayos y los problemas argentinos, es de esperar que se haga algo novedoso, práctico y urgente.

En 2014, con folletos y borocotó no alcanza.

Portal de América

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