Alto al estrés; venga a Colonia
Lunes, 22 Julio 2013 08:57

Para un coloniense, viajar a cualquiera de las capitales del Plata es accesible y alguno que otro salto al charco es muy frecuente.
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por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento

Parecería que por vivir en un ambiente pacífico, buscamos el ajetreo de una ciudad como esta, tipo pueblo pero más grande y nos vamos un par de días a Montevideo.

Si queremos más locura, nos montamos a un barco y terminamos en Buenos Aires, lo mismo que miles de turistas uruguayos están haciendo actualmente, motivados por varias razones.

Pero esta experiencia ya no tiene el encanto de un tiempo atrás y que conste que no estoy remontándome a la época del long play y el tranvía. En poco tiempo una generación ve como algunos valores se caen, pasan a ser obsoletos y sumado a muchas cosas, el estrés da paso a la violencia, que no escapa del discurso político, ni a ámbitos distintos como el deporte o la cultura.

Abonado el temor al conflicto expresado en la calle, por la prédica libre -todavía y gracias a lo que cada uno crea- de los medios, especialmente de la televisión, la realidad que ofrece la pantalla es más fuerte cuando la vivimos.

Eso le ha pasado a muchos, pero la base de estas líneas es el relato de un amigo, quien se vio corrido, literalmente, por movilizaciones sociales, marchas y cortes de calles que sacudieron a la capital argentina.

Abruptamente, el paseo se terminó para vestirse de odisea y la prioridad ya no fue llegar al teatro o al shopping, sino buscar un camino alternativo para regresar o tratar de encontrar un taxi, sin desviarse a un lugar inseguro, que cada día acechan más.

Sacamos la cuenta que para un día de paseo, hay que hablar de un par de horas de transporte, lo que lleve una película o espectáculo, el almuerzo y la cena, más el mismo tiempo de estrés,  esquivando amigos de lo ajeno y manifestaciones, para terminar refugiado en el hotel, disfrutando a puerta cerrada del televisor o del spa.

Así que en el medio de ambas atribuladas ciudades, Colonia se asoma como levantando la mano para decirle al compatriota que la ignora ¡aquí estoy!, quedate acá, que lo que nos sobra es calidez, no calenturas.

Portal de América

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