El penúltimo vuelo de la Aviación Comercial del Uruguay
Viernes, 10 Abril 2015 22:26

El penúltimo vuelo de la Aviación Comercial del Uruguay
Esta jornada es un día muy particular para la comunidad Aeronáutica del Uruguay.  Por primera vez en la historia, quedará en el olvido el esfuerzo comenzado en 1936 por los hermanos Márquez Vaeza, cuya visión era llevar el Uruguay al Mundo.  Así surgía la aviación comercial nacional. El primer año volaron 2.600 pasajeros por las Primeras Líneas Uruguayas de Navegación Aérea.  Poco después de cumplir los 75 años de historia, PLUNA alcanzó a transportar 1,5 millones de pasajeros en el último año de operaciones.
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por Lic. Alejandro Spera, @alejandrospera en Twitter

La crisis comenzó hace casi 3 años con el fin de PLUNA y se acentuará con el cierre de operaciones de BQB Lineas Aéreas.  Hoy sólo queda una empresa con bandera uruguaya Air Class, cuyas operaciones son no regulares y su unidad de negocio principal se orienta hacia servicios de tipo carguero.


Mientras el personal que se verá afectado en forma directa expresa sus emociones a través de las Redes Sociales y toman las últimas fotografías con el ATR 72-500 luciendo los colores amarillo y celeste de la compañía, las muestras de agradecimiento y preocupación se mezclan en un largo trago amargo, un duro golpe para la industria aeronáutica en el Uruguay.


Como es habitual en las prácticas del mentor de esta historia Juan Carlos López Mena, comunicó que en la pasada jornada se estaría anunciando la concreción de una transacción con la aerolínea con base en Santa Cruz de la Sierra, Amaszonas, pero esto "casi" sucedió.


Una vez más, impera el informalismo de este empresario sin escrúpulos cuyo capricho por obtener el monopolio del transporte del Río de la Plata le ha hecho mucho daño económico, social y turístico al país. Dado que la medición de los indicadores estadísticos oficiales de la actividad nunca tiene una interpretación acertada por parte de las autoridades del Poder Ejecutivo, no es posible cuantificar el impacto directo de la fallida “estrategia capicúa”, según la denominara Sergio Antonio Herrera en el capítulo “El señor de los barcos y la estrategia capicúa” del libro PLUNA, el Riesgo de Volar Alto.


“Poseer una aerolínea, como cualquier empresa de cualquier rubro, implica responsabilidad de conducción y de administración, pero fundamentalmente idoneidad, sobre todo en el negocio aéreo, el cual definimos habitualmente como “la tumba de los cracks”, y en el que está más que aceptado que para llegar a ser millonario, solamente se requiere una condición: ingresar siendo multimillonario”, expresa el autor.  Esto es exactamente lo que le pasó al “Señor de los Barcos”.

“Desde siempre quiso “jugar a los aviones”. Primero fue el intento por Aerolíneas Argentinas, lo que definitivamente le quedó inmensamente grande y, desde 1993 estuvo obsesionado con PLUNA, a tal punto que llegó a entrevistar a Campiani en 2008 y desde allí fue que obtuvo la información necesaria para asumir que lo mejor era crear su propia aerolínea: así nació BQB.” Continúa el libro sobre la gestión de los últimos años de la empresa de bandera diciendo “si hubiese seguido dedicado solamente a su principal actividad, el transporte fluvial, estamos seguros de que habría ahorrado muchos disgustos y muchísimos cientos de miles de dólares.” A esto le agregamos otros tantos cientos de miles más, y claramente millones de dólares al país, por concepto de pérdidas directas del cierre de PLUNA, el lucro cesante y el costo de oportunidad.  De todas maneras, dado que es muy difícil cuantificarlo, podemos llevar adelante un análisis cualitativo de la dimensión que implica nuevamente quedarse sin una aerolínea nacional. 


Desde lo soberano, Uruguay estará en relación de dependencia y subordinado a las voluntades extranjeras.  Gracias a incentivos y subsidios otorgados por el gobierno a algunas de las empresas que hoy operan en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, fue posible incrementar tanto los destinos servidos como las frecuencias y la disponibilidad de asientos en diferentes rutas.  La debilidad y fragilidad de esta “solución” de corto plazo es que si las ”reglas de juego” cambian para alguno de los actores involucrados, es posible que se retiren.


El efecto social implica más desempleados tanto en el sector aeronáutico como en el indirecto (que de acuerdo al volumen generado por BQB Líneas Aéreas al momento del cierre representaría una cifra cercana a unas 300 personas adicionales, según lo estima Air Transport Action Group (ATAG) más las 90 fuentes de trabajo de la compañía).


En el entorno estratégico, según el estudio de PDA Media & Consulting sobre “Modelos de Negocios en la Aviación Comercial” existe la necesidad imperiosa de que Uruguay cuente con una Aerolínea Nacional de Referencia para asegurar la regulación tarifaria, red de destinos disponibles y el acceso a mercados regionales con el consiguiente resultado de aporte al crecimiento económico del país.


Sin embargo, las voces oficiales no se hacen eco de esta situación; es preferible hablar de los presos importados, los refugiados, el estado de aseo de una candidata a la Intendencia de Montevideo o el eterno juicio de las tabacaleras.


Este es el penúltimo vuelo… ojalá nunca suceda que haya un último vuelo:  ahi estaremos presenciando a un accidente irreversible, invalidando muchos años de historia de la aviación comercial.  Esperamos se abra una oportunidad genuina para que la nueva compañía aérea ALAS Uruguay logre las condiciones necesarias para despegar rápidamente.  Será por el bien del país.

Portal de América

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